miércoles, 15 de julio de 2015

Poquito a poco, la canción del verano Carboneras: Lo dejaron a la buena de Dios y ahora a correr. Pulsen luz verde a un plan de limpieza












Me estoy tomando ya una coca-cola, eso sí cero, de buena mañana, la tensión con tanto calor la tengo por los sueños y me he puesto a tope la música de uno de mis grupos favoritos, Chambao. Y suena, Pokito a poko, la canción del verano de nuestro pueblo. Mejor el slogan del PP Carboneras, Poquito a poco. La verdad que es de agradecer y mucho que nuestro Pascual, con más corazón y ganas, que competencias y ayuda de sus socios de Gobierno, empuje para mejorar algunas de las calamidades que no se pueden permitir nuestras playas. Dice mi abuela que parece un “bancal de patatas”, lástima, pero no seré yo quien desanime a que no se hagan las cosas y bien para volver como dice la canción de Chambao a volver a sonrerir en la mañana y mirar al cielo y dar las gracias.

Más vale hacer las cosas pokito a poko, que cruzarse de brazos, pero saben lo más triste es que creo que pensaban que no iban a ganar las elecciones y el equipo de la mano de su corazón Carboneras, el clan del Ariel; dejó todo abandonado, a la buena de Dios, porque a estas alturas, a 15 de julio, en plena temporada turística que tengan que estar arreglando los lugares singulares y enclaves turísticos de nuestra Carboneras.

Es de vergüenza, pero, hay que respetar el imperativo legal. Dejar a la buena de Dios es una expresión que significa descuidar por completo y dejar a la deriva como un barco sin timón ni capitán en el mar al buque que da de comer a muchas familias de Carboneras.

A Pascual Díaz Hernández le vendieron la concejalía de Turismo (bueno del resto ni hablo porque están vacías de contenidos), de la que quiere hacer un buen ejemplo y ejercicio de dejarse la piel como él se harta de decir a toda la ciudadanía, pero le dejaron un bancal que no tiene ni para sembrar su buena voluntad, porque sin presupuesto a veces es difícil conseguir lo que de verdad se quiere. Este año, al paso que llevan, perdemos todas las banderas blancas y azules, porque no pasan ni los exámenes preliminares (aquí les dejo algunas de las características y requisitos que tienen que cumplir: servicios higiénicos limpios y adaptados para personas con minusvalías, papeleras, limpieza regular de la arena, vigilancia, transportes públicos, cumplimiento de la normativa de protección del litoral, ausencia de vertidos al mar en la zona de la playa, cumplimiento en el municipio de la Directiva Comunitaria de Aguas Residuales, ...etc. o educación e información ambiental, Información sobre la calidad de las aguas durante la temporada de baño, normas de comportamiento en el entorno litoral, conciencia ambiental y participación en actividades sobre medio ambiente litoral, programas de educación ambiental en las escuelas locales y con los operadores turísticos, Aulas de Naturaleza, etc).

Pero turismo no son sólo accesos a playas, vigilantes de la playa, banderas, pasarelas, gimnasia en la playa...; también es mantenimiento y limpieza del pueblo. Mientras que los de Ecovidreo, colocan unos contenedores nuevos hasta divertidos (no el Ayuntamiento si no una asociación sin ánimo de lucro que se financia a través de dos vías: las aportaciones de las empresas envasadoras y la venta del residuo de vidreo), los dispensadores de la basura rebosan olor por doquier. Lástima, que no activen y pongan en marcha un verdadero plan de limpieza y una campaña de educación ambiental para concienciar que las basuras es labor de todos, y no se pueden dejar a cualquier hora ni en cualquier sitio.

Y aquí sigo mientras escuchando música, ahora me pongo el Arrebato, que también canta un Poquito a poco: poquito a poco, la voy camelando / poquito a poco, le voy demostrando mi amor / ella que sabe que vive en mis sueños, cuando me ve zarandea su cuerpo. Confío que en los ojos de los gobernantes de Carboneras se enciendan mil estrellas y su corazón acompañe buenas acciones para nuestro pueblo.