jueves, 27 de julio de 2017

Homenaje a un hombre íntegro, "El Manolete". Un precioso recuerdo




Las fiestas del Pescador ya están a la vuelta de la esquina y este año con un homenaje más que merecido a un hombre sencillo, humilde e íntegro, que tenía una gran pasión, la petanca.

Ese juego que a buen seguro nos trajeron a Carboneras los primeros franceses turistas que se enamoraron del encanto de este pueblo blanco con raíces de pescadores. El nombre de petanca procede de una expresión utilizada en el dialecto provenzal que significa “pies juntos”, pieds tanqueés.

Existe la leyenda, he encontrado por google por curiosidad para conocer de donde procedía este juego, que un jugador de bolas había perdido sus piernas en un accidente y su hermano que también era un gran jugador le propuso una partida sin impulso en un terreno más corto. Otra leyenda del origen de la petanca actual es que fue un hombre que sufría reumatismos articulares que le impedían moverse el que tuvo la idea de permanecer inmóvil en una línea de salida para jugar al juego de bolas.

Sea la que sea, lo que está claro que la estampa habitual en la Playa de los Barquicos es un grupo de apasionados de la petanca que pasan sus ratos de ocio imitando a Ernest Pitiot, el galo que organizó su primer concurso oficial.

Y se han acordado de su gran amigo, Manuel Caparrós Hernández, más popularmente conocido como "El Manolete" que falleció hace unos meses. Sus amigos de partidas le aplauden su valentía, sus inmensas ganas siempre de hacer las cosas justas y bien, y, como no, echan de menos ese hueco que ha dejado entre las bolas y los campos en frente de una mar siempre su compañera.


¿No hay empresas en Carboneras para realizar los trabajos del Simón Fuentes? Pongo tierra, quito tierra. Impermeabilizar los sueños que nunca llegan


¿Segunda qué? ¿Segunda fase? ¿De? Esta mañana en el mercadillo me hacía una pregunta: ¿Es que no hay empresas en Carboneras que puedan hacer este trabajo? Este Ayuntamiento no piensa en los empresarios de nuestro pueblo, no fomenta la participación empresarial salvo que se trate de comidas, caterings y flores. Lamentablemente es así. Pero además el trabajo lo suelen hacer dos veces. En la primera fase, deprisa y corriendo, como no tienen ni proyecto ni creatividad de lo que quieren convertir lo que podría ser el gran corazón de Carboneras, un gran homenaje a todos los maestros y a la infancia, le echaron unos camiones de tierra, -menos mal que en San Antonio no llovió porque menudo barrizal que se hubiera montando-. Y ahora, deciden impermeabilizarlo, quitando la arena, para convertirlo en un espacio multiusos. A cualquier cosa le ponen nombre.

¿Es que no hay empresas en Carboneras para contratar los servicios? ¿Es que no hay familias del pueblo, hijos de pueblo que puedan trabajar en sus propias empresas para crear puestos de trabajo? Los empresarios de Carboneras son buena gente, personas que piensan en positivo y quieren a su pueblo. Esto es orgullo carbonero, apostar por mi gente y por sus familias.