domingo, 15 de octubre de 2017

Nace un nuevo Papa Noel en Carboneras: Pascual ya haciendo campaña, pero ¿si no cumple ni que lo que promete como pide ideas si consiente todo?: este clan es casi de tarjeta roja



Pascual anda pidiendo ideas. Como si fuera Papá Noel ha decidido iniciar una campaña de captación de ideas, las hay de todos los colores e imaginación. Basuras, Paseo Marítimo, Centro de Día, rampas en las aceras, que no se ocupen las calles con sillas de bares, farolas, TV, limpieza de playas, centro de salud más cerca del pueblo, fumigación de cucarachas, asfaltado de calles, la piscina, etc, etc. Un contenedor de peticiones para un concejal de Turismo que no cumple ni con lo que él promete: ni pista polideportiva este verano, ni buenas condiciones de playas, ni buena emisión de tv... pero es más él es cómplice de todo la desgana y la desfachatez de este equipo que sólo mira por sus bolsillos, porque no quieren a Carboneras.
Pascual ha empezado a hacer campaña para sacar los colores a un Ayuntamiento del que es parte del equipo de Gobierno y no hace nada por Carboneras. Ojalá se arremangue y se ponga a trabajar como merece el pueblo que siempre lleva en el corazón, pero creo que en el Ayuntamiento son como una pequeña república bananera, sálvese quien pueda.

Felipe imita a la CUP y Puigdemont y declara la república independiente de la calle Sorbas: y sigue cobrando a costa de los carboneros


¿Os imagináis la república independiente de la calle Sorbas? No ha habido votaciones, pero a Felipe, el holding de la calle Sorbas, le dejan hacer las aberraciones más grandes que se han visto en nuestro pueblo. Hoy ha dado un gran salto, 3 calles cortadas, un ruido de los que no dejan dormir ni a un cristiano y otro evento organizado para que el bar del padre del concejal de Hacienda, siga sumando enteros. No se  ha visto en Carboneras tanto morro con descaro que con este Gobierno de PP-GICAR que tienen claro que sus familiares son los primeros, porque se parten la pana en las elecciones.
Catering y más comidas, y más facturas. Casi 10.000 euros en una sola Junta de Gobierno (una semana) autorizada por su hijo y sus amigos de partido. Los calificativos sobran, porque una imagen y un gesto hoy si que vale más que mil palabras.