sábado, 30 de mayo de 2020

ORGULLO DE NOVENAS: Homenaje a María "La Manolita", Angelica "La Ginesa", Gabriela Pérez, Isabel, hija del Antonio "El Morrina", Isabelica "El Taconeo".. etc que nunca se apaguen estas voces




Las Fiestas de Carboneras no tendrán el mismo sabor que otros años. Quizás no haya tanto farolillos, ni cacharricos, quizás sí, puedan desembarcar algunos morillos y cristianillos para desnudarnos de tanta tristeza que ha dejado el COVID-19 en nuestras vidas en vídeo o en presencia, quizás podamos saborear el turrón de "El Santero", seguro que nuestros chicos/as de la Banda de Música nos ponen aunque sea con vídeo el himno de San Antonio para despojarnos de este huracán que se ha llevado muchas ilusiones por un maldito coronavirus; seguramente que encendemos nuestras velas; pero lo que es una realidad que las voces de nuestro pasado, de nuestro presente y nuestro futuro van a volver a vibrar en cada uno de nuestros corazones.

La novena de San Antonio estará presente como cada año en nuestras vidas. Sí gracias al Párroco de nuestro pueblo, al coro de hombres y mujeres que volverán hacerlo, volverán a emocionarnos, volverán hacernos llorar con la plegaria de San Antonio, nuestro patrón.

Creo que no hay nada más en Carboneras, que suponga más RESPETO, más UNIÓN, más humildad, más nobleza, más orgullo, más dignidad que SAN ANTONIO BENDITO. Todos sin excepción, su abuela, su madre, su tía, su chacha, su sobrina, sus nietas... su padre, su hermano, su primo... todos sin excepción gritan fuerte VIVA SAN ANTONIO DE PADUA, el PATRÓN DE CARBONERAS.

No me atrevería a decir cuantos años han cantado la novena. Quizás un siglo, quizás medio, seguro que un cuarto; pero lo que es cierto que es una tradición de abuelas a nietas, de padres a hijos, nuestra mejor joya está viva. El legado de Carboneras no se pierde porque son muchas voces las que se han encargado de que así sea.

Hoy desde aquí, Orgullo Carbonero quiere honrar la memoria de todas aquellas que ya no están, ellas siempre están en el corazón carbonero a través de estas melodías que volveremos a escuchar el día 4 de junio hasta el 12 (día principal de la NOVENA).
Desde aquí, mi gran homenaje para las que no están como son grandes mujeres como María "La Manolita" (escucharla era una gran pasión de muchos carboneros, cuando entonaba el inicio de la novena) a Angelica "La Ginesa", Gabriela Pérez; y otras como Antonia "La Mera", Isabel de Antonio "el Morrina", Isabelica "El Taconeo", Rosa Ruiz, Paca "La Quebrá", Manolo al órgano, María, hija de Gabriela Párez, etc, etc 
Hoy Pepe Carmona cogió el testigo de su madre, un hombre, entre un grupo de mujeres que cuando llegan tiempos de novena, son los días más entrañables y felices de sus vidas, de entrega y de compromiso con un Santo que es capaz de hacer los milagros más añorados, encontrar el objeto perdido, incluso buscarte un nuevo amor. Todas nuestras madres, abuelas, bisabuelas han rezado a San Antonio para que librase de los mares a los padres; nuestros padres, abuelos, bisabuelos oraban a nuestro Santo Patrón para pescar.
La leyenda de abuelas es que nuestro San Antonio llegó a Carboneras en un barco portugués. Un temporal les sorprendió frente a las costas de Carboneras obligando a su tripulación a buscar refugio en nuestro pueblo. Después de muchos intentos de zarpar de nuevo, no lograban dejar la orilla; así que nuestro San Antonio se quedó enamorado de nuestra gente y esa magia que envuelve nuestra gran paraíso que es Carboneras.

Todos, todas llevamos un trocito de las novenas en nuestro corazón, y un pedazo de gran luz de la gran estela que deja San Antonio. Como el estribillo de la sevillana de nuestros carboneros, Álvaro Ceregido y su hermana, Qué bonito amanecer / después de una noche en vela / San Antonio, junto a TÍ/ El pueblo de Carboneras / cumple promesas así.
Bajo la luz de la luna el pueblo te va llevando. Abuelos, padres y nietos se emocionan a tu paso. Es tu historia Carboneras, y ya han pasado cien años.
VIVA SAN ANTONIO BENDITO, VIVA EL PATRÓN DE CARBONERAS, QUE NUNCA SE CALLEN ESTAS VOCES.