miércoles, 30 de octubre de 2019

Sr. Salvador, Carboneras no está para deshojar margaritas: Carboneras necesita de decisiones valientes y a usted le da lo mismo salvo conjugar el verbo: bolsillear


A nuestro teniente de alcalde y responsable de Hacienda y Política Turística, Salvador Hernández, le encanta deshojar la margarita. Es uno de aquellos seres humanos que son capaces en un día pensar en diferentes versiones de si mismo, sí, de si mismo, sin tocar tierra y no ver como está nuestro pueblo. A él como dicen en el lenguaje juvenil youtuber se la pela o mejor dicho: ande yo caliente... que el resto se fastidie. Y así ayer con dos pares convocó una reunión en el Foro para debatir una posible moción de censura contra José Luis, el hombre más cabal, educado y con ganas de trabajar por el pueblo que puede tener un ayuntamiento. Suerte de los carboneros poder tener un José Luis, pero Salvador sabe muy bien lo que quiere, sabe conjugar el verbo: bolsillear como su buen amigo Felipe; y anda buscando en el peor momento que puede padecer Carboneras volver a desestabilizar un Gobierno con un compañero de viaje que tan sólo sabía conjugar el verbo: ganar para mí y para mi holding.

A Salvador se la pela las familias que están al borde del precipicio con el tema de Endesa. En unos días habrá una cumbre de alcaldes de diferentes puntos de España en Carboneras para buscar puntos de unión para un asunto tan crucial para nuestro municipio. Y Salvador, preocupado por deshojar la margarita al lado de Felipe (el que le hizo la cama en las últimas elecciones, lo humilló, no le entregó ni una factura de las que le solicitó y menos pensar lo que se dijeron en varias ocasiones en privado).

Los comercios de Carboneras, preocupados por sus negocios. Y Salvador, mientras encerrado a cal y canto, como un caprichoso, pensando en cómo ser alcalde a costa de cualquier precio. Pero Sr. Salvador, no confunda, su precio, su dignidad con los intereses de un pueblo que es más que su ombligo. Los carboneros necesitan soluciones. Los carboneros necesitan proyectos. Los carboneros necesitan actitudes positivas y constructivas y no su siempre actitud en la sombra de no apostar por Carboneras.

Los pescadores de Carboneras, preocupados por sus caladeros y sus ganancias. Y Salvador, mientras yendo y viniendo sin argumento alguno salvo seguir conjugando los verbos, fantasear, caldear, ensombrecer, liar y sembrar demasiadas dudas sobre su propia gestión que es Hacienda y sabe perfectamente como dejó las cuentas su ahora y siempre querido compañero Felipe.

Los transportistas, preocupados por sus problemas. Y Salvador con Felipe intentando siempre favorecer a esos grupos económicos que no sólo no cumplen con sus contratos como Dios Manda sino que dejan muchísimas prebendas por debajo de la mesa.

Los empresarios, todos, preocupados como le dan la vuelta a la tortilla que dejó Felipe y siempre con su buen amigo Salvador, que lejos de deshojar la margarita en favor de nuestros ciudadanos, está pensando en cómo volver a un sillón que ansia.

Y así... pasando de un carbonero a otro, aquellos que de verdad quieren vivir en Carboneras, que son todos, y que ven que Salvador, que se abstuvo en su votación en el Pleno de Investidura, que formó parte del Gobierno, que tiene diferentes competencias de cierta importancia, a poco más de 100 días de formar parte de un Gobierno ya no quiere estar en un matrimonio que él eligió por el bien de pueblo; y como tiene síndrome de holding de Calle Sorbas y de otros grupos que presionan porque saben perfectamente que con José Luis no van a poder hacer gestiones no transparentes a costa de los bolsillos de todos los carboneros... decide, piensa, valora, expresa, y gestiona sus emociones en favor de Felipe. ¿Felipe no sé que le has dado para quererte tanto, cuando le quitaste los votos a montón?

Carboneras necesita estabilidad. Carboneras necesita empuje. Carboneras necesita gente que se arremangue y trabaje para todos. Carboneras necesita gente humilde. Carboneras necesita gente transparente. Y si Salvador no deseas empujar deja a la gente que quiere de verdad, hacerlo. Deja vivir en paz a los carboneros de bien, y si deseas marcharte, hazlo.





martes, 29 de octubre de 2019

Coub, de director de orquesta a mediador entre Felipe y Salvador

Alain Pierre Cacoub, no sólo es el director de orquesta de las negociaciones de diferentes mociones de censura que ha vivido Carboneras, sino que se erige como el gran mediador entre un perdedor GICAR y un AVANZA que está dispuesto a todo para recuperar un sillón que tendrá que compartir.



Decía Maquiavelo, que el fin justifica los medios. Y eso mismo, debe pensar el grupo con el que se rodea un arquitecto y empresario francés, Alain Pierre Cacoub, quien siempre desea obtener sus mayores beneficios a costa de todos los bolsillos de los carboneros con el beneplácito de los dueños del holding de la Calle Sorbas.

Como si al empresario francés, con todo mis respetos a él y a todos los turistas francófanos que durante años vienen a Carboneras, le importase que los niños de nuestro pueblo tengan los mejores colegios, o se rodeen de las mejores instalaciones deportivas; o que se realicen los más innovadores proyectos para aumentar la calidad de vida, o que las personas de la tercera edad tengan una residencia o un centro de día, o que se prolongue el paseo marítimo... o que vengan empresas a instalarse o luchar junto al comité de empresa de Endesa, o tantas cosas que están en los programas electorales pendientes de realización. Algunos se hicieron realidad, y no precisamente ayudó él para que las generaciones del 80 vivieran momentos espléndidos con proyectos como un instituto, un centro de salud, un puerto pesquero... o Carboneras fuera conocida como un lugar paradisíaco, La Mar Divina.

No conozco ningún proyecto que haya financiado este hombre y haya donado al pueblo. Pero si que conozco y hay que echar mano a la hemeroteca que siempre estuvo implicado en las diferentes mociones de censura que ha vivido Carboneras y que puede volver a suceder. Una verdadera lástima que este empresario francés, siempre visite nuestro pueblo buscando sus intereses personales y regar de paso de ciertos parabienes (que cada uno lea lo que considere) a quien complazca su objetivo: poner en el sillón del Ayuntamiento a quien entienda aquella canción de ABBA, money. money, money...

Quizás Carboneras esté harta de hombres ricos que quieran aún enriquecerse más y desee vivir en un paraíso que necesita una buena botella de oxígeno para que todos disfruten del bienestar social que merecen. 

Salvador Hernández tiene clara su moción de censura, sin argumentos, pero quiere ser alcalde y se repartirá las prebendas y un sillón que Felipe se resistía a ceder. Entre chanchullos anda el futuro de Carboneras después de una época triste, gris, de popeyadas y muchas irregularidades que más de uno tendrá guardada debajo de su almohada. Quizás algún día los egos, nos pasen factura a lo que de verdad importa, que es que todos nuestros pequeños de hoy puedan presumir de vivir en un pueblo que se podría convertir en la envidia de Andalucía y que nos quiten ese cartel de popeyadas, felipadas y salvadoradas a costa de... sacar ellos pecho y todos agachar la cabeza de sonrojar en cada uno de sus movimientos. Creo que la credibilidad de López ganará enteros de mantenerse en su posición firme de hacer avanzar Carboneras.

Cacoub, a quien le importa un bledo el futuro de Carboneras: solo miro mi bolsillo y encima dirijo el cotarro de Felipe y Salvador


Decía Maquiavelo, que el fin justifica los medios. Y eso mismo, debe pensar el grupo con el que se rodea un arquitecto y empresario francés, Alain Pierre Cacoub, quien siempre desea obtener sus mayores beneficios a costa de todos los bolsillos de los carboneros con el beneplácito de los dueños del holding de la Calle Sorbas.

Como si al empresario francés, con todo mis respetos a él y a todos los turistas francófanos que durante años vienen a Carboneras, le importase que los niños de nuestro pueblo tengan los mejores colegios, o se rodeen de las mejores instalaciones deportivas; o que se realicen los más innovadores proyectos para aumentar la calidad de vida, o que las personas de la tercera edad tengan una residencia o un centro de día, o que se prolongue el paseo marítimo... o que vengan empresas a instalarse o luchar junto al comité de empresa de Endesa, o tantas cosas que están en los programas electorales pendientes de realización. Algunos se hicieron realidad, y no precisamente ayudó él para que las generaciones del 80 vivieran momentos espléndidos con proyectos como un instituto, un centro de salud, un puerto pesquero... o Carboneras fuera conocida como un lugar paradisíaco, La Mar Divina.

No conozco ningún proyecto que haya financiado este hombre y haya donado al pueblo. Pero si que conozco y hay que echar mano a la hemeroteca que siempre estuvo implicado en las diferentes mociones de censura que ha vivido Carboneras y que puede volver a suceder. Una verdadera lástima que este empresario francés, siempre visite nuestro pueblo buscando sus intereses personales y regar de paso de ciertos parabienes (que cada uno lea lo que considere) a quien complazca su objetivo: poner en el sillón del Ayuntamiento a quien entienda aquella canción de ABBA, money. money, money...

Quizás Carboneras esté harta de hombres ricos que quieran aún enriquecerse más y desee vivir en un paraíso que necesita una buena botella de oxígeno para que todos disfruten del bienestar social que merecen. 







lunes, 28 de octubre de 2019

Salvador del gran perdedor a no aceptar no ser alcalde: Carboneras es lo primero después del desaguisado de cuentas que dejó su ex colega Felipe



Llama poderosamente la atención que en la página del Ayuntamiento de Carboneras falte la foto de Salvador Hernández. El perdedor de las elecciones cara a sus grandes rivales José Luis y Felipe. Tras muchas discusiones y grandes vergüenzas junto a Felipe optó por darle la alcaldía a José Luis como él bien dijo por el bien del pueblo. Pero tiene un gran problema, no le gusta no ser el alcalde. Felipe hasta el último momento quiso darle la alcaldía pero las peleas llegaron hasta tal punto y los desaguisados de Felipe que en su cabeza ya no cabía elegirlo como compañero de viaje para la política. Hoy Salvador se encierra a cal y canto en su despacho frente a la sonrisa y el buen hacer de su compañero de partido Pedro López que disfruta de la responsabilidad que tiene que es poner en orden todo una parcela complicada, como son Obras Públicas y Servicios Urbanos. La dejadez y el abandono que dejó Pedro J. Venzal va a costar arreglarlo, pero José Luis tiene claro que un pueblo como Carboneras tiene que volver a ser lo que era.

Salvador Hernández tiene una misión complicada Hacienda y ver como su antiguo compañero de partido, dejó muchas partidas presupuestarias liquidadas, fundidas, y a muchos proveedores sin pagar, a pesar de que publicó y dio tanto brillo a ese par de millones de euros que dejó que poco sirven para volver a gestionar Carboneras como toca.

Salvador necesita lecciones de trabajar en equipo y no en compartimentos estancos porque esa manera de gestionar no le lleva a ninguna parte. Nadie es imprescindible, pero todos son necesarios para seguir alineando intereses comunes para que Carboneras realice proyectos de envergadura ante la difícil coyuntura que tiene con Endesa, el desempleo...

Felipe al borde de la tarjeta roja: no se entera en qué país vivimos: La Carboneras de los campeones se le queda demasiado grande


Felipe se queda sin argumentos. A Felipe se le olvidó que él estuvo en el Ayuntamiento. Felipe creo que estuvo durmiendo mientras que el deporte carbonero empezó a dar sus primeros triunfos. Felipe pienso sinceramente que lo único que quiere es jugar fuera de juego. El deporte carbonero se ha convertido hoy en un ejemplo no sólo en Almería sino incluso fuera del territorio nacional. Muchos chicos/as entrenan a un nivel inimaginable hace 30 años. Y Felipe no tiene nada mejor que hacer que lanzar ciertas acusaciones sobre la actual forma de organizarse los clubes carboneros. Felipe no se entera de cómo pagaba la empresa que prestaba el servicio durante los años de GICAR-FELIPE en el poder. Felipe se cree que en Carboneras somos gente que no tenemos sentido común, y vierte una mentira tras otra, cayendo en el ridículo no sólo él sino que distorsiona a sus simpatizantes.

Los clubes carboneros gestionan ahora el deporte de la mano del Ayuntamiento, cosa que es perfectamente legal, salvo que Felipe no haya salido nunca más allá de Los Muertos y la Isla. En todos los municipios de España, se gestiona a través de clubes, donde cada deportista paga cantidades que se quedan muy lejos en comparación a nuestro pueblo. Tan sólo hay que hacer un par de llamadas y comparar. Pero a Felipe le sale más fácil hacer un post en un Facebook y acusar a todos los monitores que se dejan sus horas haciendo lo que más les apasiona de ilegales o incluso de okupas.
Felipe no se entera, pero lo peor es que está criticando lo más sagrado que hay en un pueblo como Carboneras que brilla por tener la tasa más alta de deportistas y medallas del campeonato del mundo. Es triste ser un ignorante que le encanta jugar en fuera de juego como ya hizo en las anteriores elecciones y su mandato, donde el único que cobraba jugosas facturas era el holding de la calle Sorbas. Felipe te equivocas de lleno. No dejes que tus simpatizantes hagan un ridículo espantoso.