Nos han llegado algunos mensajes en su recuerdo. Si piensas algo bueno de una persona, díselo siempre. Y sus amigos y familia siempre se lo susurraban pero ahora gritan a la vida injusta. Pedro era un lujo de hombre para los que tuvieron la oportunidad de conocerlo. Era simpático, amable y divertido hasta rabiar. Tenía raíces coconeras y allí se crío entre el mar ese que tanto le gustaba disfrutar junto a su otra gran pasión, su caballo.
Por los lugares que ha pasado tanto a nivel personal como profesional ha dejado huella, de esa auténtica, de esa que vale en oro, y hoy Carboneras llora su pérdida. Faltan palabras en el diccionario para describir a una excelente persona que en sus últimos días se aferraba a una vida que el destino le quita sin miramientos, despojarle de lo que más amaba a su familia y amigos. Como canta Jorge Drexler, cada uno da lo que recibe, y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde y todo se transforma. Hoy el cielo ha ganado una estrella y desde allí brillará con más fuerza. Descansa en Paz y fuerza para toda su familia.
