sábado, 25 de abril de 2020

Sr X: "Enseñe sus manos, y las vera muy limpias, sin cicatrices, sin arrugas que huelen a salitre, qué suerte tuvo de ver todos los días a su mujer y darle besos a sus hijos... los pescadores no y defenderán con más ansías ese Puerto que se lo ganaron a pulso. Son tiempos de dar paso a ellos, a los PESCADORES...




Nos vamos a dirigir al Sr. X para que no se ofenda. Porque todos sabemos de sus salidas de tono y de sus dobles caras y perfiles. Para que no saque su pistola de palabras y nos humille por no pensar como él. 

Nos vamos a dirigir al Sr. X, para que no nos mande a hacer mascarillas para niños cuando estamos defendiendo el futuro de nuestros hijos y nietos. Esto sí que es actitud y valentía defender nuestras raíces. Con menos de un euro se puede comprar hoy una mascarilla, pero... los sueños, las horas perdidas, las largas esperas sin ver a su mujer y sus hijos, las ansiadas ganas de llegar a puerto, las manos rotas y el cuerpo devastado por el salitre y los anzuelos... Usted Sr. X no ha sentido nada de eso. Enseñe sus manos, y las vera muy limpias, que suerte tuvo de ver todos los días a su mujer y darle besos a sus hijos, pero los pescadores no y hoy defenderán con más ansías ese Puerto que se lo ganaron a pulso. 

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que comprenda como se sienten los hombres de la mar, esos que dicen que iban a respetar.

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que se ponga unas botas de agua y pasé unos días solo un temporal en Canarias, en Baleares, en las costas del Levante, en el Cabo de Gata o en frente de Carboneras.

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que duerma en la popa de un barco, entre redes, con un frío que te cala el cuerpo, y con las manos como barras de hielo el pescado de madrugada, o con un anzuelo clavado, o con un enfermo a bordo esperando a Salvamento Marítimo, o con uno de los pescadores que había muerto estando "calaos"... Si, ese sentimiento que te deja roto por dentro, cuando tienes que llamar a tierra diciendo "nos lo llevamos muerto. Qué vengan rápido que se nos muere".

Nos vamos a dirigir al Sr X. para que sepa lo que es dormir todos los niños juntos y la madre rezando para que no le pasara a nada al papá mientras estaba en alta mar y las puertas y las ventanas se desarmaban entre silbidos y traqueteos del Levante. Ay San Antonio Bendito, Ay Virgen del Carmen, sálvamelo.


Si usted Sr X. tuviera sólo, sólo, medio corazón de estos valientes, no se colgaría tantas medallas por un modelo de puerto que a Carboneras no le hará resurgir, ni evolucionar. Simplemente hay que hacer los proyectos pensando en una convivencia entre dos sectores que aman la mar (como dicen los pescadores). Ya decía el ex alcalde que el Sr. X era el gran X proyectos, pero aún tendrá que demostrar empatía, resiliencia, aguante, respeto por los hombres esos de la mar.

Los hombres de la mar sí quieren un puerto deportivo, claro que sí, que desean que se mejoren las actuales condiciones. ¿Quién dice que no? Ninguno. Todos quieren lo mejor para todos los carboneros; pero Sr. X nos tememos que tiene un gran problema. 

Sabrá usted mejor que nadie, que la colaboración pública y privada se dan la mano en los tiempos complicados, que el sector pesquero no pasa por los mejores momentos y las distintas Administraciones no han sabido ponerse unas botas de agua (ya lo hemos escrito aquí en más de una ocasión); pero sí que sabrá que del mar viven muchas familias y ese Puerto les pertenece. Tenía que haber pedido permiso a ellos, y lo voy a poner en mayúscula a ELLOS, sí a ELLOS, antes de montar cualquier proyecto, por educación y por raíces.

Sr. X, creo que son tiempos de arrimar el hombro, de olvidarse de tasas imposibles y de hacer negocios, de proyectos locos que no llegarán a ningún sitio salvo al bolsillo de unos cuantos que usted conoce a la perfección. 

En fin, creo que llega la época de dar la palabra al sector pesquero. Ojalá llegue a buen puerto, desde luego que todos nos pondremos las botas de agua y nos iremos a celebrar la Virgen del Carmen y San Antonio.

Sr X, jamás usted se puso una botas de agua y pasó horas de temporal en Canarias sin ver a sus hijos y su mujer: Los pescadores son los primeros, y luego... el puerto deportivo





Nos vamos a dirigir al Sr. X para que no se ofenda. Porque todos sabemos de sus salidas de tono y de sus dobles caras y perfiles. Para que no saque su pistola de palabras y nos humille por no pensar como él. 

Nos vamos a dirigir al Sr. X, para que no nos mande a hacer mascarillas para niños cuando estamos defendiendo el futuro de nuestros hijos y nietos. Esto sí que es actitud y valentía defender nuestras raíces. Con menos de un euro se puede comprar hoy una mascarilla, pero... los sueños, las horas perdidas, las largas esperas sin ver a su mujer y sus hijos, las ansiadas ganas de llegar a puerto, las manos rotas y el cuerpo devastado por el salitre y los anzuelos... Usted Sr. X no ha sentido nada de eso. Enseñe sus manos, y las vera muy limpias, que suerte tuvo de ver todos los días a su mujer y darle besos a sus hijos, pero los pescadores no y hoy defenderán con más ansías ese Puerto que se lo ganaron a pulso. 

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que comprenda como se sienten los hombres de la mar, esos que dicen que iban a respetar.

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que se ponga unas botas de agua y pasé unos días solo un temporal en Canarias, en Baleares, en las costas del Levante, en el Cabo de Gata o en frente de Carboneras.

Nos vamos a dirigir al Sr. X para que duerma en la popa de un barco, entre redes, con un frío que te cala el cuerpo, y con las manos como barras de hielo el pescado de madrugada, o con un anzuelo clavado, o con un enfermo a bordo esperando a Salvamento Marítimo, o con uno de los pescadores que había muerto estando "calaos"... Si, ese sentimiento que te deja roto por dentro, cuando tienes que llamar a tierra diciendo "nos lo llevamos muerto. Qué vengan rápido que se nos muere".

Nos vamos a dirigir al Sr X. para que sepa lo que es dormir todos los niños juntos y la madre rezando para que no le pasara a nada al papá mientras estaba en alta mar y las puertas y las ventanas se desarmaban entre silbidos y traqueteos del Levante. Ay San Antonio Bendito, Ay Virgen del Carmen, sálvamelo.


Si usted Sr X. tuviera sólo, sólo, medio corazón de estos valientes, no se colgaría tantas medallas por un modelo de puerto que a Carboneras no le hará resurgir, ni evolucionar. Simplemente hay que hacer los proyectos pensando en una convivencia entre dos sectores que aman la mar (como dicen los pescadores). Ya decía el ex alcalde que el Sr. X era el gran X proyectos, pero aún tendrá que demostrar empatía, resiliencia, aguante, respeto por los hombres esos de la mar.

Los hombres de la mar sí quieren un puerto deportivo, claro que sí, que desean que se mejoren las actuales condiciones. ¿Quién dice que no? Ninguno. Todos quieren lo mejor para todos los carboneros; pero Sr. X nos tememos que tiene un gran problema. 

Sabrá usted mejor que nadie, que la colaboración pública y privada se dan la mano en los tiempos complicados, que el sector pesquero no pasa por los mejores momentos y las distintas Administraciones no han sabido ponerse unas botas de agua (ya lo hemos escrito aquí en más de una ocasión); pero sí que sabrá que del mar viven muchas familias y ese Puerto les pertenece. Tenía que haber pedido permiso a ellos, y lo voy a poner en mayúscula a ELLOS, sí a ELLOS, antes de montar cualquier proyecto, por educación y por raíces.

Sr. X, creo que son tiempos de arrimar el hombro, de olvidarse de tasas imposibles y de hacer negocios, de proyectos locos que no llegarán a ningún sitio salvo al bolsillo de unos cuantos que usted conoce a la perfección. 

En fin, creo que llega la época de dar la palabra al sector pesquero. Ojalá llegue a buen puerto, desde luego que todos nos pondremos las botas de agua y nos iremos a celebrar la Virgen del Carmen y San Antonio.