lunes, 17 de junio de 2019

Grande Don Miguel, enhorabuena Espada: Nuestro pabellón tiene también que convertirse en referencia


Hace unos días, Almería acogió un partidazo de balonmano internacional. Muchos fueron los carboneros que se desplazaron hasta la capital para ver el España contra Suecia. Dos grandes del balonmano que tanto éxitos ha cosechado en Carboneras. Allí quedó claro que los almerienses tienen ganas de ver grandes eventos deportivos, la respuesta la dieron antes, después y durante un encuentro que dejó un buen sabor de boca.

Y allí fueron homenajeados a parte de las personas que más han influido en el fomento del balonmano. Parte de esa historia fue reconocida y allí estaba un maestro que tanto ha hecho por Carboneras en el plano deportivo. Los valores se dicen pronto: humildad, deportividad, equipo, respeto, disciplina y lo más importante unión de equipo. Don Miguel París fue galardonado junto a Miguel Romera, Guillermo Plaza, Rafael Florido, y otros muchos que nuestros jugadores carboneros conocen.

Miguel París se convirtió en un icono del deporte carbonero y, en especial del balonmano. Él llegó a Carboneras en 1982. Y desde ese día, el deporte carbonero inició una andadura en la que muchas modalidades han dejado campeones de España y jóvenes que han representado y colocaron a nuestro pueblo en el mapa español sino mundial.

Hoy Carboneras vuelve a estar de enhorabuena. Antonio Jesús Espada Carrillo ha sido convocado por la selección internacional  para jugar el Torneo Internacional de España que se celebrará en Canarias dentro de unos días.

Y es que Carboneras posiblemente sea uno de los pueblos con más alto índice de deportistas por metro cuadrado de la provincia. Pero es más, se practican casi todas las modalidades deportivas, casi, casi podría albergar unas miniolimpiadas carboneras. Con Miguel Paris empezaron los primeros campeonatos de balonmano, de atletismo (recuerdo alguna mujer que hoy podría haber tenido también alguna medalla en sus manos por sus marcas en los campeonatos de Almería y Andalucía), de baloncesto, de tenis... etc, etc. Y él dejo un Pabellón de Deportes, un macroproyecto deportivo, que podría ser hoy un centro de alta tecnificación en la provincia y referencia. Con tesón y trabajo seguro que se consigue.

Creo que algún reconocimiento también es importante para Miguel en nuestro pueblo por esta cantera que hoy está en la cima internacional. Aún no habían llegado las zapatillas de marca a nuestro pueblo, sólo las botas de fútbol o no se había pisado un pabellón y él enseñó aquello que con ganas, sacrificio, pasión, compañerismo, trabajo en equipo, respeto, y muchas risas y a veces llantos entre abrazos. Esa es la magia del deporte. Gracias Miguel, y enhorabuena Antonio Jesús.