sábado, 2 de mayo de 2015

Os acordáis de Madame Dominique: juegos de infancia






Con ella empezó todo en ese pueblo: la llegada de artistas un poco trastornados, el exotismo oriental, los baños en cueros a la luz de la luna, los sueños de cal y adove frente a Las Marinicas, los camellos trotando por la Arabia del Algarrobico.
Se fue hace  25 años de Carboneras, y hace muy poquito tiempo que se acaba de ir de este mundo digital, en su Francia natal, en un pequeño pueblecito de Normandía llamado Damville, quizá echando la vista atrás y acordándose de sus días de sol y sal frente a los Cocones.

Marie Louise Labiste, Dominique Aubier como rúbrica literaria, Madame Dominique para las gentes de Carboneras, fue, además de autora de más de 40 obras literarias, la pionera de Carboneras, la descubridora de esa Carboneras de pescadores.


Revolucionó, con su sari hindú y sus ojos negros, 
todo lo que estuvo a su alcance ante un incipiente turismo gobernado por el ministro Fraga y con el Concilio Vaticano II mirando a las playas del sur  con el rabillo del ojo.

Se quedó en los Cocones a escribir sobre El Quijote y los mensajes ocultos en la obra de Cervantes, atrayendo a personajes de la cultura y de la ciencia.

Dominique, la Dama Blanca como era conocida entre sus camaradas, optó por vivir en el molino. Al poco abandonó el molino para construirse una opulenta vivienda de mil metros con jarapas, alfombras y platos de bronce.

Hubo un instante, en los que Carboneras estuvo a punto de rebautizarse como Villa del Mar. El Director General  de Turismo de la época, Juan Arespacochaga, visitó la finca de 150 hectáreas de Dominique Aubier, quien le explicó todos sus proyectos megalómanos: el cambio de nombre de la villa, la construcción de una Universidad de la Palabra en Mesa Roldán, la edificación de un hotel de la Casa Ritz en la Torre del Rayo, una fábrica de cerámica típica y un centro recuperación de lesiones auditivas por medio del oído electrónico inventado por el doctor Tomatis.

2 comentarios:

  1. Con todo mi afecto y nostalgia siendo hijo de Carboneras me desnudo ante la imposibilidad de ver sus sueños cumplidos... Descanse en paz

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