sábado, 30 de enero de 2016

Ay José Luis, te tocó bailar con la más fea. Ya les vale al equipo de Gobierno, si no por ética, por estética al menos: Nunca una herencia tan grande dejó tan escarnio



Madre mía, por un día que no voy al Pleno, me pierdo el mejor programa de El Hormiguero, perdón, el peor espectáculo de una democracia amordazada por hacer preguntas, por pedir participar en las comisiones informativas, por fiscalizar la labor de un Ayuntamiento que quiere bailar a ritmo de bachata, de IBIS y ayudas consentidas entre el aplauso de un equipo de Gobierno, que fueron los perdedores de las elecciones de mayo, pero que no quieren dejar títere sin cabeza.

Te ordeno y mando
En el Pleno de ayer, el líder de la oposición, José Luis Amérigo, fue insultado, pisoteado, obstaculizado, desacreditado como profesional, cuando es uno de los maestros del pueblo que más respeto tienen sus alumnos y compañeros; y expulsado de la casa de los carboneros. Sus compañeros se fueron con él. Normal, más que normal. Y el Pleno se quedó con el Clan del Ariel a sus anchas. Una calamidad. ¿A qué temen o a quién temen cuando insultan a José Luis y lo acusan de querer asistir a reuniones en el Ayuntamiento para seguir faltando a su puesto de trabajo? ¿No quieren luz en esas comisiones informativas?

Mandones de la Ley de la Mordaza
Lo que menos necesita un pueblo que vive entre mandones que imponen su particular Ley de Mordaza a los concejales de la oposición, a vecinos y colaboradores. ¿Acaso los que difieren de ellos o no les aplauden tienen que ser vetados de clases de gimnasia, ayudas, reuniones...?



La pasión partidaria nunca es buena, pero aquí roza el precipicio que aboca a Carboneras a un agujero negro. Mientras los niños celebran entre globos blancos el Día de la PAZ, mientras que los escolares asisten en el salón de actos del Ayuntamiento a lecciones de educación vial, el equipo de Gobierno chapotea el fango de la sinrazón y la vergüenza que hace imposible e inverosímil que puedan abordar cuestiones de gran calado de regeneración de todos y pensar en proyectos de gran calado para nuestro pueblo para seguir creando empleo y bienestar y pensando en términos de personas, todos iguales; mientras que nuestros hijos cada vez tienen menos porvenir en la tierra que les parió.

Oxidante enfermedad moral
Y me resisto a pensar que es el gesto de un mal día. Indica que una oxidante enfermedad moral está instalada en el poder carbonero. Ellos tendrían que ser los primeros interesados en disponer de instrumentos que velen por higienizar y respetar lo que nuestros hijos tienen que ver y escuchar como es la vida digna de la política, esa que está tan cuestionada porque está en muchas ocasiones en manos de pistoleros.

Sostener todo esto no es una broma, es un descaro y escarnio a la democracia, y a los representantes que votaron todos los carboneros.

Dicen que es importante nunca dejar de hacerse preguntas, y eso es exactamente todo lo contrario que quieren desde el matrimonio GICAR-PP. Me sonroja su actitud. Esto ya no es política, pongan ustedes el adjetivo.

Lo siento José Luis, Mateo, Ramón... os tocó bailar con la más fea. No creo que la herencia del PSOE dejada a Carboneras, instituto, puerto pesquero, biblioteca, guardería, colegios, apuesta por el deporte, defensa de la cultura, creación de empleo, etc, etc, tengan esta pésima recompensa.

Y como dice un amigo mío: Esto es lo que hay. Lo siento José Luis, sé fuerte, porque creo que no mereces ese trato. Señores/as concejales del equipo de Gobierno, ya les vale. De veras. Si no por ética, por estética.





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