Que el turismo podría convertirse en una fuente de ingresos importantes para Carboneras parece bien poco discutible, pero es más que se vea como una verdadera prioridad para el Gobierno carbonero, con la mayor coordinación y consensos posibles entre las diversas políticas turísticas que impulsan también debería serlo.
Pero claro, es el Pacto del cuenta gotas. En vez de ser como una gran locomotora en su quinta velocidad para poner todo a punto para la temporada turística a principios de mayo o junio, si realmente se quiere tener una verdadera aspiración para competir con algunos destinos turísticos, a mediados de julio, aún poquito a poquito están llegando las infraestructuras necesarias e incluso algunos de las novedades estrellas como la pistas multideporte o las pasarelas de cemento.
Y si a lo largo del año han llevado folletos en diferentes ferias turísticas a nivel nacional e incluso han llegado hasta Londres y Berlín para vender Carboneras enamora, no pueden obviar de impulsar verdaderas estrategias de diferenciación y los turistas que nos visiten nos perciban con nuevas experiencias cada día, además de una mayor calidad en los equipamientos y servicios. Y ya no quiero pensar en trabajar en nuevos marcos de colaboración entre agentes públicos y privados más estrechos, pero aquí parece que sólo trabajan con la máxima colaboración con el holding de la calle Sorbas. Y yo no me lo invento, tan sólo cabe ver el programa de la concentración de motos que tendrá lugar los días 28, 29 y 30 de julio.
Y ya no quiero ver la gran publicidad que están haciendo en el centro de la capital, Almería, en concreto en el kiosco de la rambla Obispo Orbera donde ha instalado un póster de la Playa de los Muertos, como si en Almería no nos conociesen como el pueblecico. Todo suma, pero da pena verlo. Y mientras, diferentes vecinos ya están protestando y exigen una ordenanza de ruido porque hay diferentes calles como la Sorbas o las inmediaciones del Castillo que no se puede pegar ojo desde lunes a domingo. Eso es también atender los servicios de los ciudadanos. El ruido y a todo gas, parece que puede ser el nuevo slogan de Carboneras.
El deporte como motor de desarrollo, interesante. Lástima que es una larga y dolosa historia de fracasos y abusos. Hubo quien se gastó 15 milloncejos, y no llegó a terminar, un pabellón mal ubicado, sin aparcamientos, con tecnología de segunda división (por ejemplo la caldera diesel de la calefacción de la piscina)y una cafetería de ¡500! metros, donde montaron antes los aires acondicionados que el suelo, porque había que abrirlo, sí o sí, para la puesta de largo del fichaje estrella (fracasadas las negociaciones con "poquito a poco") y su corte: doña J.R.. El mismo y nefasto concejal a quien usted quiere consagrar el monumento al despilfarro, es el responsable último del desaguisado urbanístico que sufre Carboneras. Mucha gente dio la cara por el personajillo, aunque al final sucumbieron a la cruda realidad del empleo de trabajadores y recursos municipales para remendar el cortijo comprado en una municipio cercano, y renegaron de él, más aún al conocer que el interfecto cobraba dietas cuando iba de viaje con los equipos infantiles. Un crack.
ResponderEliminarLo de la publicidad en la marquesina de Obispo Orberá tiene bemoles, está a la altura del que asó la manteca, pero siempre hay gente que se cree infalible. Habría que saber cuanto ha costado o a cambio de qué, mas que nada por despejar dudas, aunque reconozcamos la soberbia capacidad de los próceres para volver a sorprendernos negativamente.
Salud