jueves, 16 de noviembre de 2017

El "pellizco" del "Duende" que sedució a los escolares


Carboneras celebró el Día del Flamenco como Dios Manda. El Flamenco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Como Camarón quiso. Y es que los aficionados y los que viven por y para el flamenco lo entienden como una manera de vida, un arte milenario que ha conquistado a los corazones de todo el mundo. Aunque es original de Andalucía, el flamenco es el resultado de un mestizaje cultural: mitad gitano, mitad árabe, mitad cristiano, mitad judío. No importa la diversidad, lo que de verdad importa es que te emociona. Es imposible no sentir nada ante un 'quejio' que sale del alma. Es el culmen de la emoción. Federico, el nuestro, el García Lorca, lo denominó Duende; y otros lo llaman "pellizco". Y es lo que sintieron ayer los escolares al tener más de uno su primera aproximación a este mágico cante donde al final siempre acabas tocando las palmas y moviendo los pies. Mariana lo mamó de su padre y hoy es una de las grandes impulsoras en nuestro pueblo y ayer una vez más dejó latente su amor por algo que ella bien sabe que emana de su corazón.

(Federico García Lorca - José Ortega Heredia)
Verde que te quiero verde
verde viento verdes ramas
el barco sobre la mar
el caballo en la montaña.

Verde, que yo te quiero verde.

Con la sombra en la cintura
ella sueña en la baranda
verdes carne, pelo verde
su cuerpo de fría plata.

Compadre quiero cambiar
mi caballo por tu casa
mi montura por tu espejo
mi cuchillo por tu manta.

Compadre vengo sangrando
desde los Puerta de Cabra
y si yo fuera mocito
este trato lo cerraba.

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