Piensan ustedes que un alcalde puede decirle a la oposición: “Son como la gata flora: si se la meten, chilla y si se la sacan, llora”. Madre mía, que poca educación, saber estar, chabacanería, argot chapucero... creo que más de uno se sonrojó. Dios mío, el chonismo instalado en el Ayuntamiento. Y Felipe se ríe. Al igual que hizo con su colega de pacto, Pascual, a quien resta protagonismo en temas de turismo. GICAR se impone al PP siempre que quiere. Esta es la crónica de un día en el que los carboneros volvieron a vivir un episodio no digno de un municipio que era la envidia de Andalucía.

juan28 de marzo de 2018, 10:46
JAJAJAJ si es que os mereceis eso y mucho mas ,eso es ser un alcarde llano del pueblo ,que se expresa como cualquier ciudadano de a pie y hablando en plata ,sois como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer al amo.
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orgullo carbonero