sábado, 5 de mayo de 2018

El silencio del GICAR, grita y muy fuerte


 
 
Ya fuera de bromas, ni monólogos brillantes sobre Carboneras, y algo muy serio que se preocupan en todos círculos de la provincia e incluso en Madrid, ¿es natural que nuestro futuro alcalde y el partido GICAR aspirante a ganar las próximas elecciones con su saliente, Salvador Hernández, estén callados ante una campaña de publicidad así? A ellos no les provoca ningún conflicto moral hacer las cosas mal, saltarse las leyes; lo que les incomoda es que les pillen. De hecho, es que ni valoran la posibilidad de ser descubiertos, les resulta inconcebible. Porque siempre la culpa la tienen los demás. No existe la ética, y sí la falsa moral.
Ellos rezan para que no les descubran en lugar de cuestionar esas conductas que por estar instaladas en el sistema no son menos reprobables, denunciables e injustificables. Lástima que no se den cuenta y solo den palos de ciego.

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