sábado, 17 de noviembre de 2018

SIEMPRE ENCARNA SERÁS NUESTRA CAMPEONA: Eres muy grande, intentaremos ser la mitad de luchadores que tú


La muerte llega de improviso, de forma inesperada, aunque Encarna siempre la había cogido por los cuernos en más de una vez y la había mirado de frente como a un animal terrible que le quería robar lo que más el gustaba VIVIR. Ella a los tambores de la muerte siempre le ponía una canción, una frase, la mejor imagen, un vamos, una flexibilidad, una resignación, una despecho, un nuevo florecer... Era una auténtica guerrera que nunca, nunca, nunca se daba por rendida. Perseverante y fuerte hasta la médula, pero hoy la muerte nos la robó.
El valor de una persona que ha sabido siempre sobreponerse ante la adversidad, que supo subir las escaleras y bajarlas con humildad, que supo ponerle zumba y paseo a una enfermedad que tantas veces le avisaba, pero que ella, como la auténtica mujer de mil batallas sacaba el arma de su sonrisa y la espantaba.

En sus buenos días siempre respiraba esperanza, lejos del miedo que le acompañaba, porque creía en la fuerza de la vida, esa que le gustaba tanto disfrutar. Un pasito más, un abrazo más, y liberaba dolor y construía su mejor momento para regalarlo a través de las redes, lo vuelo y lo puro que es caminar de frente, sin mirar atrás... Como un sol carbonero que se despereza por la mar, nacía cada día, sin pensar que había pasado la noche anterior; y ahora iluminará todas las estrellas del cielo que tanto le enamoraba en sus paseos por el Paseo Marítimo, y las llenará de fuerza con ese amor tan profundo por los que más le querían y por esa familia que deja hoy huérfana pero con el consuelo que tuvieron la mejor y valiente de las madres.
Encarna seguirá viviendo a su manera allá donde instale su corazón, viviendo el momento, no pensando en el futuro y no teniéndole miedo a nada. El tiempo que ha estado disfrutó y nos dio una gran lección de ser una auténtica, rebelde y campeona.
¡Adiós, Encarna! ¡Qué falta vas a hacernos! Pero nos dejas tu gran ejemplo. Tus frases y tu vamos incondicional.
Eres muy grande, intentaremos ser la mitad de luchadores que tú.



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