Por fin la piscina será una realidad. Felipe, él solito, la ha visitado y se quiere tirar a menos de 15 días de las votaciones municipales. Eso es lo que hacen los pésimos estrategas agotar el mandato de 8 años, algo más de 7 encerrado a cal y canto en el despacho, y en menos de unos meses ha decidido que ya no pierde agua el mayor proyecto que van a abrir y menos mal que también es heredado.
Hace más de un año anunciaron las obras de remodelación que contaban con un presupuesto de más de 300.000 euros, y hace unas horas acaba de anunciar Felipe Cayuela a través de facebook personal, ni tan siquiera en la página del Ayuntamiento, el hecho histórico que tantas veces ha tirado por tierra él, su equipo y PP.
Si en su día anunció la remodelación el que fuera su compañero y alcalde, Salvador Hernández; hoy él sólo aparece en la foto, sin el concejal de Deportes, Juan Pedro Zamora; ni el anterior, Pedro J. Venzal.
Quizás hoy Felipe Cayuela podría pedir un poquito de perdón a las familias que se han perdido durante 8 años la oportunidad de poder practicar la natación, debido a que para ellos, PP-GICAR era un despróposito y desproporcionado contar en Carboneras con un polideportivo de estas características.
El anuncio está hecho. Aproximadamente en dos semanas los vecinos de Carboneras se podrán bañar por fin en la piscina que él solito en compañía de sus compañeros dejaron en el olvido. Poco sueño les quitó, y hoy lo anuncia como el gran proyecto. Quizás no era tan pésimo como lo vendieron, cuando hoy se vanaglorian. Así es Felipe, yo me lo guiso y yo me lo como.
Con más de un año de retraso, casi como el parto de una burrita ha tardado.
Si se tira vestido es para matarlo.
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