El Grupo GICAR desmentía en su página de Facebook que favoreciese a negocios de sus familiares y que todos los servicios contratados están repartidos entre todos los ciudadanos de Carboneras. Algo que deja mucho que desear. ¿Se seguirán comprando flores y manteniendo en sus puestos a los familiares de Salvador Hernández? La diferencia entre la verdad y la mentira tiene un camino corto.
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