Si yo hubiera estado en la final de la Copa del Rey, no habría pitado el himno. Asi de clarito. Además tengo que confesar que me emociono cuando veo a San Antonio salir de la iglesia o que saltan chispas en mi cerebro cuando veo como se desborda el agua por toda la Avenida de Almería. Sucias es poco, como se quedaron las calles. Lástima, lástima como está nuestro pueblo. Pero claro, la política del bolsillo nos gusta más que valorar lo que de verdad es importante. Qué le vamos a hacer, seremos raritos.
Y claro que me enfado cuando veo que faltan líderes. Carboneras necesita urgentemente a personas con transparencia, proactivos, dinámicos, creativos, innovadores. Carboneras desea que la estimen, la quieran, la mimen y no le abandonen con tanto teatro y tanta política de corrillo y bolsillo. Ahora tocan tiempos de hacer cuentas y tenemos lucha de banquillos, que si Turismo o Pesca, que si Educación o Hacienda, que si me llevo una caja y saco otra; que si tengo verdaderas pesadillas con mi amigo de tabla, que mira que me lo juró... y… Esto ya es casi un mal sueño, y nadie, ningún carbonerico, se parece lo que verdaderamente tiene que ser: Toico por mi Carboneras. Esa es la canción que va a cantar Camela el día 13, en el patio andaluz, y este año gratis para Carboneras, San Isidro, Campohermoso, El Alquián, Almería… Pagan los carboneros. Olé, olé y olé, con las rebajas de mis amigos del GICAR.
Ay, madre, Carboneras está faltica de una Evita Perón o una baronesa, que ponga orden. Quizás en alguna lista esté... Quizás sean muchos como el futurólogo Rappel que adivinan quien votó por correo y se venga; o dice como va eso del pacto para tener un alcalde como es de Dios, bueno, transparente, con don de gentes, con ilusión, con ganas de ayudar a todos, de crear empleo y que sentiamos orgullo carbonero... Menudo día 13 de San Antonio, o todos moros o todos cristianos.
Hoy mi corazón está con Benitez. Espero que el nuevo Benitez de Carboneras algún día pueda decir que “es un día muy emocionante. Prometo trabajo y dedicación y espero que las cosas vayan bien. Esta es mi casa. Espero que podamos ganar títulos y que los ciudadanos trabajen más. La exigencia de Carboneras tiene que ser siempre máxima y nuestro nuevo entrenador tendrá que hacernos más fuertes. Ofrecer trabajo y pasión. Es lo menos y no nos traiga caspa y clientelismo político.
Hoy me acordaba de esas pequeñas y grandes cosas. Aquí, ahora, es este momento, lo que realmente cuenta porque quizás dentro de un rato ya no sea posible. No te vayas a dormir enfadado con nadie, no pierdas la oportunidad de besar o pronunciar un "te quiero", achucha con fuerza a tus hijos, a tus padres, a tu pareja y diles esas cosas que piensas y que, a veces, se te olvida pronunciar. Coge el teléfono y llama a ese amigo al que tienes olvidado... La vida está hecha sólo de momentos, no te pierdas el ahora, quizás mañana sea tarde. Carboneras se merece un Benitez o unos Rolling Stones.
