martes, 7 de mayo de 2019

Las barbaridades se caen por su propio peso: Pascual pierde su bandera azul de El Corral y mantiene las que siempre de toda la vida ha tenido Carboneras



Cuando son barbaridades, se caen por su propio peso. El año pasado por estas fechas, el PP-GICAR pregonaban a los cuatro vientos que El Corral ganaba por primera vez la bandera azul. Metieron la excavadora, se cargaron parte de las piscinicas, y todos los carboneros nos volvimos a indignar ante tanta locura desmesurada. Hay playas que no cumplen ciertos requisitos para otorgarles la Bandera Azul, sobre todo, porque no se encuentran en casco urbano, y no tienen determinados servicios. Pero Pascual y sus socios del GICAR, Salvador y Felipe, sacaron pecho. ¡¡¡Cuatro, cuatro, cuatro hemos conseguido!!!. Como siempre las comparaciones son horrorosas, pero estos inquilinos del Ayuntamiento en los últimos 8 años parece que participan en una carrera de sacos para ver que pueden hacer para dar en la cara a los de la oposición, en vez de velar por los intereses de todos los carboneros. Hoy, en plena campaña electoral, veo pocos altavoces, diciendo que cometieron un error, asumiendo que Carboneras sigue teniendo las tres banderas que siempre ha mantenido de toda la vida, desde que empezaron a conseguirlas. No, las banderas azules no son del GICAR ni del PP, ni tan siquiera son del PSOE ni de Ciudadanos, son de los carboneros que pagan con sus impuestos que el equipo de turno los gestione con decencia y con sentido común manteniendo las playas con los mejores servicios posibles. No se confundan ni intentan engañar a los carboneros, porque de tontos como diría el primo de Felipe ya no cabe ninguno más en nuestro pueblo.

Cuando la obsesión se llama Cristóbal, y no importan los 8.000 ciudadanos de Carboneras: el 26M se llama Carboneras




Acabo de leer en la prensa local un titular. Dice así: 

Procesado el exalcalde de Carboneras Cristóbal Fernández por la adjudicación de una obra de alumbrado

  • La obra para sustituir el alumbrado público en el Paseo Marítimo del municipio supuso que el Ayuntamiento recibiese una subvención de la Junta de Andalucía de 295.309,58 euros que ha tenido que reintegrar
Él no se presenta en las elecciones, lleva 8 años fuera del Ayuntamiento, y aún arañan, rebuscan algún caso que le pueda llevar a la cárcel o qué le pase algo. No sé qué porque está claro que desde el minuto uno, desde hace más de 20 años, buscan que el hombre que hizo más por Carboneras desaparezca del mapa y del escenario que él con mucho esfuerzo creó. 
Desde 1982, se dice pronto. Carboneras sufrió una importante transformación. Un despegue que nos colocó entre los primeros pueblos de Andalucía. Y eso tiene un premio: destrozar su imagen.
La obsesión de los diferentes partidos políticos de la oposición a Cristóbal Fernández nunca ha sido CARBONERAS. Nunca ha sido conservar y hacer crecer a nuestro pueblo. Nunca ha sido mejorar todo lo que había y superar en proyectos para que nuestros ciudadanos gocen de lo que de verdad importa: trabajo, seguridad, sanidad, educación, infraestructuras, cultura,...
Han sido algunos de los grupos políticos que han tenido la oportunidad de estar en el Ayuntamiento con líderes como Antonio Hermosilla, Salvador Hernández, Felipe Cayuela... y en número de concejales los que tuvieron la suerte y el honor de sentarse en un sillón del Ayuntamiento para hacer lo mejor posible por su pueblo. Y no, no lo hicieron, al revés, lo destrozaron, y lo están dejando caer a base de falta de actitud, intereses propios y salvar sus cuentas.
Si los carboneros tuviéramos memoria, votaríamos libremente a la opción más digna, más decente, más constructiva, más dinámica para sacar a Carboneras de este agujero en el que GICAR-PP lo ha metido con fotos de vergüenza y actitudes que no dejan indiferente a nadie. 
Y Cristóbal tendría un gran reconocimiento, porque allá por donde pises está la huella que el creó para Carboneras, pese a quien le pese.
¿Oyen eso? Es el silencio… ¿Lo oyen? 




Es una cuestión de interés local el que empecemos a exigir desde ya que deseamos, queremos otra Carboneras y no la guerra intestinales por un hombre que lo hizo todo. No es viable que Carboneras quede en un segundo plano, que lo de verdad nos importa a todos, se contamine y sea residual cuando  8.000 ciudadanos necesitan algunos servicios básicos y mejoras de infraestructuras. No ven las calles, no ven el Simón Fuentes, no ven el Puerto, no ven el Centro de Salud con falta de especialistas, no ven la falta de iniciativa privada, no ven el deterioro del sector turístico y comercial, no ven la falta de iniciativas en favor del medioambiente, no ven la falta de política industrial y de transporte... no ven... GICAR-PP no ven nada, están obsesionados con una persona que se llama Cristóbal Fernández.
Mientras la gran parte de los políticos que están ahora en el Ayuntamiento se dedican a hablar de Fernández, la Carboneras que se rompe no les importa.
Porque CARBONERAS no es cuestión de bandos, no es cuestión de persecuciones, no es cuestión de insultos y amenazas barriobajeras. 
Es necesario apretar a los políticos, sean del signo que sean, para que de una vez consigamos nuestro objetivo, tener una Carboneras como se merece.
Quedan las elecciones municipales, es un buen momento para analizar si van a construir esa Carboneras del futuro de nuestros hijos y nietos o pretenden tenernos en un rincón y sacarnos a su conveniencia en el mitin de turno.
El 26M no es una obsesión, el 26 M no se llama Cristóbal, el 26M no se llama insulto, el 26 M se llama la Carboneras que deseamos. Es nuestra oportunidad.