Ayer le tocó el turno a Pedro López. El número 2 de la lista del GICAR tuvo el mal gusto y la pésima experiencia de leer a través de un perfil de La Voz de Carboneras que alguién atraviese la línea roja de la crítica, intentando deshonrarlo y atentar contra su intimidad. Otras semanas le tocó a Cheska Díaz con comentarios y fotos con mensajes obscenos a través de Me duelen los riñones u otros perfiles falsos. Otro día a María Hernández, a quien tildaron de vieja. Otro día la foto a Antonia Casado... y así pasando por Ramón Soto, José Luis, Ramón Venzal Pinilla, ... La acción de injuria puede consistir en atribuir hechos inciertos a una persona o a formulas juicios de valor de deshonra y desacredito personal... con carácter pública.
Cheska Díaz lo tiene claro, valora hasta realizar una nota de prensa cuando termine el proceso de identificación de perfiles falsos que ha denunciado a la Guardia Civil de Carboneras y a la Policía Nacional de Baleares.
Y es que los perfiles falsos proliferan no con ánimo de criticar con argumentos, sino directamente sobre el honor de las personas, con mofa y diseminando mensajes que son obscenos, malintencionados, con carácter sexual, repugnantes, desagradables.
En lo que respecta a la gravedad de la pena de injuria, la regulación
actual de la Ley ha sustituido la pena privativa de libertad por la de multa de
6 a 14 meses en caso de que la injuria se califique como grave, y de 3
a 7 meses en el supuesto de que fuera leve. Si es calumnia, las penas se endurecen.
- La injuria se recoge en el artículo 208 como la acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.
Las denuncias interpuestas se centran en una pequeña trama de cuentas falsas que diseminan mensajes de atentado contra la intimidad y demoledores bulos contra diversas personas de Carboneras.
Es muy común encontrarse en nuestro pueblo con el insulto personal para atacar a aquella persona que quizás no piense como tú, pero tiene el mismo derecho de pensar, criticar, reflexionar que los que utilizan el arma con más veneno, la deshonra.
No hay más orgullo que contentarse de los éxitos de tu vecino. No hay más orgullo que sacar pecho de vivir en un verdadero paraíso. No hay mayor orgullo que no te hagan sonrojar porque no haces bien tus deberes como gobernante.No hay mayor orgullo ver diferentes páginas de un libro de Don Paco y ver como hay carboneros por todos los lugares del mundo y en nuestro pueblo haciendo un precioso trabajo, con curriculum brillantes y ejemplos de tesón y esfuerzo.
Si Carboneras quiere ser un pueblo de primera, tiene que olvidar siglas y aprovechamientos personales. Si nuestro pueblo aspira a ser mayor, tiene que tener un plan directriz, una agenda local que marque hacia donde quiere ir.
Si Carboneras es la única razón de ser para que nuestros hijos puedan tener un futuro, necesita impulsos hacia un objetivo común y no ir poniendo parches a la desesperada.
Si Carboneras quiere tener un futuro sostenible, tendrá que exigir a los gobernantes de turno que planten con responsabilidad y con informes en la mano de qué es lo más conviene para nuestra ciudadanía.
Creo que ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa, dejarse de siglas y pensar con el corazón. Mañana son los camiones, hoy exigir que se tape el parque de carbón al descubierto, el año pasado la fugas de biodiesel, otro día meter excavadoras en El Corral, otra semana las popeyadas...
Sin duda alguna, los ciudadanos de Carboneras son lo que tienen que decir lo qué desean en la calle, pero con rigor, sentido común y gran responsabilidad. La gente está cansada de las discusiones entre rojos, azules, naranjas, moraos, olas, gaviotas, y avanzas... a la gente lo que le interesa es vivir en paz, con la sanidad, la educación, la defensa del turismo, el cuidado de su salud, su pesca, su agricultura, su industria...
Si Carboneras es la única razón de ser para que nuestros hijos puedan tener un futuro, necesita impulsos hacia un objetivo común y no ir poniendo parches a la desesperada.
Si Carboneras quiere tener un futuro sostenible, tendrá que exigir a los gobernantes de turno que planten con responsabilidad y con informes en la mano de qué es lo más conviene para nuestra ciudadanía.
Creo que ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa, dejarse de siglas y pensar con el corazón. Mañana son los camiones, hoy exigir que se tape el parque de carbón al descubierto, el año pasado la fugas de biodiesel, otro día meter excavadoras en El Corral, otra semana las popeyadas...
Sin duda alguna, los ciudadanos de Carboneras son lo que tienen que decir lo qué desean en la calle, pero con rigor, sentido común y gran responsabilidad. La gente está cansada de las discusiones entre rojos, azules, naranjas, moraos, olas, gaviotas, y avanzas... a la gente lo que le interesa es vivir en paz, con la sanidad, la educación, la defensa del turismo, el cuidado de su salud, su pesca, su agricultura, su industria...
400 camiones puede ser el principio de exigir lo que importa a los carboneros, que es un pueblo mejor en convivencia, en paz y en defensa de lo que de verdad merece.
Votar a quien te dé la gana es muy lícito. Pensar lo que te dé la santísima gana es una libertad. Pero insultar NO y el deshonor se paga bien caro. Y menuda fea costumbre de siempre menospreciar a los que viven a tu lado, a tu vecino, a tu amigo, a tu familia... NO ES NO AMIGOS.