domingo, 29 de noviembre de 2020

Y Salvador H. recuperó la voz en el día con más contradicciones y nervios de Felipe C: La valeriana de la política carbonera

 



Salvador H. recuperó la voz. Llevaba casi desde el inicio de legislatura sin abrir la boca. Parecía con todos los respetos más un maniquí en su silla sin emoción ni palabras. Un grupo que obtuvo dos concejales como GICAR y que después de su abortada propuesta de moción de censura, su cabeza de lista decidió desaparecer por el fondo del discurso político. El otro día, por lo menos utilizó palabros. Por lo menos, jugó a los dardos y recordó lo que su amigo Felipe y él no supieron ni quisieron acabar. Cayeron en su propia fosa de errores porque una oposición aunque se dedique a criticar, siempre debe tener un espíritu de propuesta y más cuando ellos fueron los grandes protagonistas del desaguisado de la piscina.

Al líder de Carboneras Avanza se le notaba nervioso. No se esperaba la aparición estelar de Salvador H. el día que todos deberían estar listos con el bañador para celebrar la apertura de la piscina y ya de paso unir fuerzas para el futuro de Carboneras. Pero no. Salvador H. quizás al dictado de su folio, sin levantar ni la mirada, para no salirse del guión propuesto, dejó hasta sin bañador a Felipe C. y ya de paso que estaba lanzó duros argumentos contra el propuesto juez de paz. Está claro que los plenos toman a partir de ahora otros derroteros. Salvador H, entra que estaba en el banquillo de "vacaciones", y a ver cómo se las apaña Felipe C. para parar como el mejor portero tantos goles que está dispuesto a meterle y tantos kms que está dispuesto a correr en la oposición carbonera. El que se llevó el guiño fue Salvador A. que se desmarcó de algunas posiciones sin sentido del tándem de Carboneras Avanza-GICAR. Más valeriana y menos palabras abruptas para el 2021.


Los complejos de inferioridad de Felipe C. y Salvador H: Una oposición en formol

 



Parece mentira que la oposición de Carboneras se enfrasque en agrias disputas y argumentaciones estériles ante el equipo de Gobierno por la apertura de la piscina municipal. Felipe C. y Salvador H. nunca supieron estar a la altura de las circunstancias, pero lo que es peor es que estuvieron en el Gobierno durante 8 años y menospreciaron el Pabellón y aún más la piscina. La destrozaron y ahora que está cerca de abrirse, siguen buceando en su particular bote de formol. Nunca podrán asumir que Carboneras pudiera tener un pabellón de estas características y menos una piscina que fueron incapaces de abrir.

8 años con todos sus días para haber colocado el Pabellón en órbita provincial y ejemplo de deporte en un pueblo donde el ADN de los jóvenes es su espíritu deportivo. 8 años con todos sus días hablando de faraón, cuando sus única obras faraónicas eran las que nos hacían a los carboneros sonrojar: destrozos al medio ambiente, publicidad con popeyadas, derribo del Simón Fuentes y de su pista deportiva, y así... que enumeren ellos mismos.

Lástima que no exista en su vocabulario la palabra perdón, aunque sí gritan alto y fuerte contra lo que ellos fueron incapaces de realizar. Quizás les faltó el otro día a Felipe C y Salvador H pedir perdón a todas las familias de Carboneras por haber descuidado y olvidado algunos temas, asumir sus palabras de ponerse al servicio de los que más lo necesitan en tiempos de verdadera incertidumbre cuando ellos desviaron facturas para los intereses personales de sus holdings.

¿Por qué Carboneras no puede tener las mejores infraestructuras? ¿Por qué el Puerto Pesquero vivió el gran olvido con estos ex gobernantes? ¿Por qué el Pabellón siempre les viene algo grande? Ya puede estar contento José Luis de dar pasos firmes y seguros contra los temas que preocupan a nuestro pueblo, y demostrar a este grupo que hacen del olvido, la desidia y el odio su arma clave para aún destrozar más la imagen de Carboneras.

Felipe C. y Salvador H. están a punto de pegarse el primer baño, aquel que quiso imitar al puro estilo de Michael Phels, el campeón americano de todos los tiempos, nuestros ex alcalde Felipe. Y todo resultó que era una fábula con una moraleja: Mentira. El único camino, si trabajas con ilusión sin complejos y sin menosprecio por lo que hicieron los demás, los temas que te dejaron se acaban. Sino se quedan en agua de borrajas y en formol.