miércoles, 22 de agosto de 2018
Y Felipe ni se inmuta, a lo suyo; y Pascual ni se despeina, hasta los minúsvalidos: y el pueblo...
Y Felipe, nuestro alcalde, y casi Rey de Carboneras, ni se inmuta; a lo suyo. Ayer dio muestra durante la concentración de los petanqueros, que se la sopla todo; mejor dicho, que ni se despeina como su compañero de bancada, Pascual, que en vez de solucionar los problemas que está padeciendo el turismo en Carboneras, y la locura de la Playa de los Muertos, se dedica a dar la mejor imagen: lleno hasta los pasos de minusválidos de sillas.
Los dos, hoteleros y sentados en el sillón del Ayuntamiento, son un ejemplo digno del récord guiness, como dejar la mejor huella de falta de ética, compromiso, gestión por el que fueron elegidos por parte de los carboneros.
Y ni se sonrojan, ni se desviven por esa Carboneras que enamora. Como dos Juan Palomos, yo me lo guiso y yo me lo como. Así de fácil. Viva al república independiente de Felipe y Pascual.
Querida concejala de Fiestas: creo que usted ni respeta a los niños, ni a los carboneros ni al turista
Estas son dos imágenes de las que se han podido ver a lo largo de los días de fiesta en el mal llamado recinto ferial. La concejala de Cultura y Educación, Personal, Comercio y Festejos, Ana María Moreno, creo que debería pedir perdón a los niños, a los carboneros y a los turistas por el despropósito de dejar los contenedores en un lugar que ha sido transitado todas las noches por centenares de personas. El olor a putrefacto que desprendían los contenedores, las bolsas apiladas o los colchones o muebles que se podían ver es digno de una nefasta gestión de ella y de sus compañeros que no tienen ninguna prioridad por cuidar Carboneras. En muchos lugares de España, Carboneras no es la excepción, la limpieza llega a ser un problema importante, pero que en días de feria y en pleno verano con la campaña turística a pleno, no se cuestionen cuál debe ser la prioridad es lamentable. Querida concejala, sólo es cuestión de prioridades. Si es necesario limpiar dos veces al día los contenedores, se limpian; si es imprescindible dar dos vueltas a ese recinto ferial que parece más un campo de batalla devastado que el centro neurálgico de un pueble pues se hace; si es vital para la salud de los niños, mayores y ciudadanos por la música trasladarlo, se buscan soluciones... pero más de un ciudadano ha llegado a la conclusión o que son ciegos o que se lo hacen ante tanto ineficacia. Usted, señora concejala, es responsable del área de comercio y festejos, de cultura y educación, cree que así puede avanzar un pueblo. Cree que los contenedores rotos y sucios son la mejor imagen para los comercios de Carboneras que esperan hacer su agosto en plena temporada y que ven como han bajado la facturación pero es más tienen que sonrojarse de ver como los turistas y los carboneros se tapan la nariz al paso de diversas calles; cree que la salud de los pequeños está a salvo cuando corretean por ese mal llamado reciento ferial y esas aceras sucias... No sirve de nada querida concejala que usted pueda contratar a un grupo divertido y con canciones pegadizas y bailonas si no está pendiente de estas pequeñas cosas; no es digno que la procesión de nuestra Virgen del Carmen pase entre puestos y sillas en pleno Paseo Marítimo con los caballos abriendo paso y haciendo sus necesidades si no las retiran a tiempo para continuar la fiesta; no sirve de nada que sigan dejando en la playa al lado del chiringuito más concurrido las vallas de alambre dos días después del festejo... se olvidan que o todos juegan a una, o Carboneras se hunde, querida concejala. La organización de una fiesta necesita amor y no facturas.
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