jueves, 19 de noviembre de 2020

La política útil se llama Carboneras: Del ácido en los coches, a las amenazas, los panfletos, las grabaciones ilegales: María, Pedro, Paco, José... detrás de cada nombre hay una historia



Mientras que en el País Vasco se enviaban paquetes bomba a personas que no pensaban como ellos, en Carboneras se dañan los coches con ácido, insultan, amenazan de muerte si es necesario. Lástima. Mientras que en el País Vasco destrozaban la cara y las manos a alguién que abre una caja en su casa, o le hacían un agujero en la nuca, o levantaban por los aires su coche; en nuestro pueblo, hay un grupo de personas, que están dispuesto a todo para dañar al adversario, que ha sido siempre vecino de toda la vida, al precio que sea.

Del ácido en sus coches, a rajar las ruedas, a las amenazas o las pinturas y panfletos. Se lo saltan todo a la torera en un Estado de Derecho en España, en Andalucía, en Almería y en Carboneras que derrotó al “terrorismo” hace ya años. Pero a los carboneros, a la gente de bien, a la gente trabajadora, a la gente que desea vivir en paz viendo a su pueblo progresar les sacan los colores un día sí y otro no. Algún día, no les quedará a este grupúsculo de “intolerantes” de aceptar y reconocer que cada ácido que lanzan, que cada pintura que hacen, que cada panfleto que tiran, que cada grabación que sueltan, que cada atrocidad que comenten, les aleja y nos aleja de un proyecto de construcción de un pueblo.

A José Luis Amérigo le ha tocado la época más dura de la historia de Carboneras. Cierre de industria, covid-19, crisis por el transporte de hierro, de la farsa reorganización del Puerto Pesquero, la creación de empleo…

Pero en Carboneras discrepar e intentar construir un pueblo mejor se topa con los “intolerantes” que están dispuestos a todo para cruzar esa línea roja. Se necesitan toneladas de gel hidroalcohólico para enjuagar la boca de más de un “intolerante” e incluso lavar las manos de aquellos que utilizan la maniobra de maldad para intentar cargarse todo lo que ellos entienden que van en contra de su voluntad.

A José Luis Amérigo, le ha tocado la partida más dura. Dar un buen golpe encima de una mesa para CONSTRUIR UN CARBONERAS como se merece. Me cuesta mucho imaginar a Emmanuel Macron negociando los presupuestos de Francia con un partido que justificara los atentados de Bataclán, a Boris Johnson los del Reino Unido con el islamismo radical, o a Joe Biden charlando en la Casa Blanca con los amigos de Al Qaeda.

Hubiera preferido dedicar todo este artículo a glosar las bondades de nuestro pueblo, que mira que las tiene y estos grupos la desperdician en contra de un mayoría humilde que necesita progresar, pero considero una obligación recordar al ser amoral que el viaje desde el ácido, las amenazas, el insulto, las popeyadas o las pinturas en las paredes no es el camino para llegar al poder. Y menos la mentira.

Carboneras tiene puertos para ser bases logísticas de empresas reconocidas mundialmente, Carboneras tiene un puerto pesquero para conseguir establecer una industria alrededor de él, Carboneras tiene playas para buscar la tranquilidad de sus visitantes, Carboneras tiene miles de niños que necesitan cultura, educación, música, deportes; Carboneras tiene familias que desean vivir en paz; Carboneras tiene un sector comercial y de autónomos de servicios y construcción que se levantan todos los días con la ilusión de darle de comer a sus familias y de crear bienestar; Carboneras no se merece tanta amenaza para el olvido de Administraciones.