Rectificar es de sabios y
reconocer el trabajo y terminarlo les ha dado créditos y colgarse medallas
inmerecidas. El tandem GICAR-PP acaban de convocar un pleno para el próximo
viernes, y entre los puntos del día está la aprobación del presupuesto de 2016, que
incluye inversiones en obras por más de 1.200.000 euros entre las que destaca
la adecuación de la piscina y otros espacios del polideportivo para su apertura
y una nueva partida de 50.000 euros para ordenanza de ayudas a Familias en
Riesgo de Exclusión Social para afrontar el pago de recibos de luz, agua y
basuras.
Supongo que
ahora después de casi 5 años de estar sentados en el despacho oval del
Ayuntamiento de Carboneras se han dado cuenta que el gran proyecto socialista,
ese del que tanto han sacado los colores, es una infraestructura de primer
orden que merecen todos los carboneros y carboneras. Me alegro señores que
apuesten por el deporte por el que tanto hicieron los anteriores gobernantes,
porque quiero recordar si mi memoria no me falla que hasta 1982 no se
practicaba en nuestro pueblo ninguna modalidad deportiva que no fuera el
deporte rey, el fútbol, las chapas, las bolas y las trompas, y alguna carrera
de bicicleta, los pocos que podíamos disfrutar de ella.
El liderazgo
desde la humildad sólo comporta beneficios. Estar atentos a lo que los demás
necesitan y a cómo se esfuerzan, con tal de dar lo mejor de sí mismos es quizás
la labor más importante del gobernante. Al cooperar y ser íntegros, repartimos
la confianza que genera el compromiso de los demás y que se encarna en calidad.
Espero ahora que el Pabellón no sea obra del GICAR porque los grandes
impulsores fueron dilapidados, acusados, criticados, y todos los ados que se
les puso en la boca a cualquiera de los detractores. Así es de injusta la vida.
¿Qué le
pregunten a cualquier persona de la generación del 70, 71,
72, 73… hasta hace casi unos años quien imprimía carácter al deporte carbonero?
Un señor, sí un señor, con sus debilidades y fortalezas como cualquier ser
humano que apostó por el deporte, desde los pequeñitos, hasta los mayores,
porque tenía claro que el deporte y ser carbonero, era una pareja perfecta. Alguién
sembró, no olvidéis, pero la vida es así de ingrata. Hoy casi todas las
modalidades deportivas se practican en un pueblo que puede presumir de haber
alcanzado a las cotas más altas y paseado el nombre de Carboneras por muchos
pabellones de España.
Quien apuesta por deporte, quiere a Carboneras y a los carboneros. Las personas importan y mucho. Y todas, sin excepciones.