jueves, 16 de julio de 2015

Pataleta de Julio Iglesias, el urbanismo es el cáncer de la política municipal: la necesidad de un Carboneras emprende




Veo con cierto estupor un comentario en un post en la página de facebook del Ayuntamiento de Carboneras. Al community manager (en palabras castellanas y que entiende todo el mundo, el que gestiona las páginas webs en nuestro Consistorio) le interesa mucho dejar que se vea a Julio Iglesias diciendo Que más da, da igual, la información publicada por Actualidad Almanzora, “el señalado de ser testaferro de Fernández y sobornar a Gloria Ruiz compró la deuda de Cacoub y le quebró”, y cuando algún ciudadano se queja o muestra su desacuerdo lo borra. Esa es la neutralidad y la imparcialidad que les encanta abanderar a nuestros gobernantes, pues tendrían que copiar el modelo de web de Manuela Carmena para desmentir a la prensa y a los rumores.

Con estas temperaturas he tenido la calma de perderme entre las decenas de números, solares, arreglos, quiebras, bancos, prevaricaciones, cohechos, tráfico de influencias… Y saben después de leerlo, me he tomado una horchata, para que me subiera un poco el azúcar al cerebro porque es impermisible que de pocos miles de euros, se embolsen millones y millones a costa de los carboneros. Si, porque no estoy a favor de ni uno ni de otros, porque es la Administración local, la más cercana, la que tendría que reaccionar con toda energía frente a quienes intentan –y consiguen con demasiada frecuencia- obtener un lucro infustificado a través de práctica a veces que rayan comportamientos mafiosos. Sólo la reacción contundente de las instituciones del Estado puede devolver a la sociedad esa confianza perdida, y sólo aquí los tribunales darán o quitarán la razón a quien la tiene. Ellos mismos.

La ciudadanía no entiende de Planes Generales, entienden de servicios, de infraestructuras, de empleo, de cultura; y se preocupa por sacar adelante a su familia de la mejor manera posible. Lo que está claro que el urbanismo se ha convertido en un cáncer en toda España para la política municipal, y un Plan General de Urbanismo tiene que satisfacer a todos los vecinos y no sólo a los que merodean por los lindes del poder. Un Ayuntamiento tendría que buscar la mejor fórmula para determinados terrenos, promocionarlos y cederlos a desarrolladores profesionales para fomentar la cultura y la actitud emprendedora y favorecer el nacimiento y la consolidación de nuevas empresas. La generación mejor formada de Carboneras y un pueblo con una tasa de desempleo muy preocupante tiene que tener el apoyo local para favorecer la creación de puestos de trabajo y la proyección futura sobre el tejido socioeconómico. Ya sean maestros, fontaneros, informáticos, o pescadores. Los Viveros de Empresas dotan de un entorno de estabilidad y especial protección que permite a las empresas recién creadas alcanzar una situación que posibilite su posterior desarrollo independiente, con talleres de asesoramiento, formación, servicios auxiliares… un Carboneras emprende.

Quizás a éstos que tanto les gusta las plusvalías de los terrenos y las indemnizaciones millonarias podrían revertir sus beneficios en la sociedad de Carboneras. O crear un departamento de innovación urbana, integrada por arquitectos, aparejadores, medioambientalistas… para impulsar las cuestiones relacionadas con el urbanismo, el paisaje y la ordenación del territorio, o la participación ciudadana y la aplicación de las nuevas tecnologías; o impulsar infraestructuras que nos beneficimos todos como acabar la piscina, o crear nuevos parques...

No queda otra, o los jóvenes cogen al toro por los cuernos o Carboneras se quedará atrás.
Mientras me quedo con el poquito a poco, aunque quizás ya es hora de meter una nueva marcha y darle velocidad a la máquina.