jueves, 24 de agosto de 2017

La calle Sorbas, una verdadera carrera de obstáculos


Un día habrá un atropello en la calle Sorbas. No se puede caminar, no se puede pasear, ni por el día ni por la noche. Es una verdadera pena la falta de organización, previsión o simplemente hacer una huelga de brazos caídos y oídos sordos para no atender los problemas de Carboneras. Para que enfrentarse a los hoteleros que pagan religiosamente sus impuestos. Para que impedir aparcar si mientras los ciudadanos de a pie vamos esquivando los coches y las sillas casi como una carrera de obstáculos. Dentro de poco, Carboneras será la cuna de las carreras de obstáculos, quizás los mejores plusmarquistas británicos, si alguna vez está acabado el pabellón, se trasladen con el buen tiempo a realizar sus entrenamientos a Carboneras. Lamentablemente, es así. Y encima, a veces dejan los pirrotes de las calles adyacentes y paralelas abiertos, el caos se apodera aún más de la Gran Vía carbonera. Sin comentarios.

Mucho running y un postureo descomunal: no quieren a Carboneras






Que Carboneras atraviesa una de sus épocas más depresivas de los últimos años es un hecho que se constata en sus calles. Un pueblo que hace las delicias de sus veraneantes, pero vive la mayor dejadez de un equipo de Gobierno que antepone su postureo a los intereses de un Carboneras que enamora. El concejal de Servicios y Mantenimiento Urbano, Barriadas y Deportes, Pedro José Venzal, tiene enganchado un crono a sus espaldas, obsesionado por sus marcas personales en sus carreras, travesías y varios de los múltiples deportes que práctica, pero se olvida de lo que realmente es la espina dorsal de un pueblo. La herencia del deporte reciba en Carboneras cosecha sus éxitos, porque tan sólo ha tenido que preocuparse por seguir la brújula que le guste o no asumir dejaron los diferentes equipos de Gobierno que han pasado por el Consistorio carbonero y los diferentes deportistas que aún hoy trabajan porque el deporte carbonero pise fuerte hasta en el terreno internacional, pero sus otras carteras las tiene totalmente abandonadas.

Pedro José Venzal es la persona también encargada de los diferentes servicios y mantenimiento urbano, diversas áreas que están totalmente dejadas de la mano de Dios. Tan sólo hay que darse una vuelta por Carboneras para ver que los impuestos de los carboneros no se dejan notar ni en lejía para los contenedores, ni en nuevas maquinarías para barrer las calles, y mucho  menos las farolas que en algunos barrios como el de la Cruz están a oscuras.

Es una lástima, pero la realidad es así, Carboneras está en las manos de un equipo que no cuida de ella. Cuando le preguntan a cualquier concejal o familiar, asumen que el pueblo está abandonado pero aquí nadie hace nada. La peor estampa de la dejadez y abandono es asomarse hoy al mercadillo y ver cómo el antiguo Simón Fuentes y el edificio  que han decidido no destruir tiene todos los cristales  rotos, está abandonado, es una auténtica ratonera...

El Agua-Carbo fue un éxito, claro que si, que es y lo será, porque las características de nuestro pueblo y los cimientos deportivos que tiene contienen todos los ingredientes para ser la carrera del verano, pero no del postureo de un concejal y un alcalde que no está a la altura de un pueblo. Correr 10 km en 40 minutos ó en 50 ó en una hora, lo hace cualquier persona que le guste correr, y que cuide un poco su forma, pero lo que no hace cualquiera es levantar un pueblo que cada vez está más deteriorado, más hundido y más abandonado, por? Por la incompetencia y el no saber de unos oncejales cuyos modales dejan mucho que desear.

No todo el mundo sirve para ser político, para gestionar los intereses de un pueblo, los problemas de sus ciudadanos, y este Clan del Ariel se mira a su ombligo, pero no a un Carboneras que necesita de un equipo que la quiera de verdad.