Siempre lo he pensado. Personalmente hubiera preferido y creo en otro tipo de turismo más sostenible que un hotel como el que se levanta sobre El Algarrobico. Hoy es una noticia triste para los que confiaron que el hotel podría abrir sus puertas como una alternativa al turismo en Carboneras y en la creación de puestos de trabajo. Creo más en hoteles más horizontales, y para soñar, como ya dije, me hubiera imaginado la escena de Lawrence de Arabia, con hoteles temáticos pequeñitos y de gran calidad, para atraer un turismo diferente a los modelos ya obsoletos de Torrevieja, Benidorm… respetuoso con el medio ambiente y aposotando por la desestacionalización para colocar a Carboneras, con su Mar Divina, al frente de un ejemplo implacable de nuevo turismo. Los viajeros necesitan vivir experiencias personalizadas para sorprenderse y evadirse de los problemas cotidianos y nuestra Carboneras lo tiene todo por mar y tierra, sólo le falta imaginación y la unión.
Pero hoy el Tribunal Supremo ha fallado que el hotel Algarrobico, construido en el Algarrobico de la vieja remonona, se edificó sobre terreno no urbanizable.
La Sala de lo Contencioso del Alto Tribunal ha aceptado los recursos de la gran maquinaría Greenpeace y de la Junta de Andalucía, y ha anulado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que en marzo de 2014 falló a favor de la constructora Azata del Sol.
Se estaba esperando, olía mal el asunto. Lo siento por los que creyeron que era posible, y más por los que en su día autorizaron desde Madrid, Sevilla y Carboneras edificar un hotel que se ha convertido en reclamo de la destrucción del litoral, mientras que nuestros ojos ven al lado, a tan sólo km a pueblos como Mójacar, Vera, el Mar Menor... viven de lo mismo por lo que han sido condenados.
Me gustaría ser más optimista, pero Carboneras queda así herida casi de muerte para el desarrollo turístico, porque la incertidumbre jurídica alejará a posibles inversores que puedan tener fe en este paraíso. Es importante, seguir pensando en positivo, y ahondar en diferentes ejemplos de turismo que pueden dar calor a nuestros jóvenes desempleados. Carboneras tiene un gran potencial, turismo y pesca, turismo y mar, turismo "olvídese de todo", turismo gastronómico, turismo-senderismo, turismo-cine, turismo-infancia-educación... y se pueden hacer hoteles pequeños con encanto, lejos de esos mamotretos, pero hay que trabajar duro en un gran plan estratégico con una gran marca y ser muy innovadores e invertir talento en sacar a nuestro pueblo hacia adelante. No es fácil, pero se puede.
No hay más. La sentencia es clara. Las indemnizaciones ahora tendrán que llegar y hay que mirar al frente por algo que nunca tuvo que suceder por traspasar una línea roja que no se tendría que haber atravesado.
Lástima por nuestro concejal de Turismo y muchos ciudadanos que se lanzaron a la calle y pintaron la I porque soñaban en poder tener una alternativa que nos diera de comer. Pero el mundo no se acaba aquí, y hay que seguir peleando por el futuro de nuestros hijos/as.