Han tenido que pasar las fiestas y las horas de pasión, ilusión y mucho trabajo, esfuerzo y compromiso para saborear el éxito de las primeras fiestas organizadas por el equipo de José Luis Amérigo. Unas fiestas que han puesto de relieve que San Antonio es de todos/as, que San Antonio une pasiones, que San Antonio es el patrón de un pueblo que respira con fervor cuando llega sus fechas y se vuelca en sus actos festivos.
Y sólo había que ver cómo estaba la Glorieta, el Patio Andaluz, la fe de los carboneros, el trabajo conjunto de ¡vamos qué es San Antonio!, un desfile de moros y cristianos, cada año, más deslumbrante y maravilloso; y grandes detalles y pequeños gestos en la Iglesia, en el Castillo... y qué espectáculo el cartel de lujo de cantantes que han dejado huella en los escenarios carboneros...
Y mientras Felipe, andaba intentando boicotear cualquier actividad con una mentira tras otra para empañar la imagen a la que se rinden y lloran los carboneros: las fiestas de San Antonio.
Felipe no sólo utiliza la mentira en su carta contra el director del Colegio (aquí el original de la carta -diciendo que es trabajador del Ayuntamiento- en fin cosas inexplicables) sino se dedica a colgar fotos después de las mejores fiestas que han desbordado las calles carboneras de alegría y jolgorio.
No se olvidaron de ningún detalle. Mientras que en las procesiones del amigo Felipe, Salvador con su equipo, hasta los caballos iban dejando los boñigos por sus calles; en esta ocasión 2022, un empleado municipal los iba recogiendo. Para muestra este ejemplo.
Y no son ni peores ni mejores, son diferentes.
Las fiestas de San Antonio 2022 han dejado una huella importante: la del trabajo y esfuerzo para que todo salga bien. Evidentemente, habrá algunos detalles que mejorar, pero lo que está claro que todos los que han intervenido han tenido un papel importante para que Carboneras disfrutase después de la dura pandemia.
Menudo estreno de lujo de Andrés, como concejal de Fiestas, un hombre que sabe unir pasiones y tejer uniones.
Pese a quien le pese, nuestros moros y cristianos volvieron a reinar por las orillas carboneras sin ataduras ni tensiones. Todos los moros y cristianos son Carboneras. Todos los carboneros son San Antonio. Menos los que se han quedado retratados en las fiestas con mayor solera carbonera.
Soleá, Rafa, Paco y Diego Cantero... impresionantes poder haberos tenido poniendo el broche a unas fiestas con unas novenas brillantes y con un coro y unas velas llenas de fe y lágrimas en las mejillas. Hasta el año que viene. Viva San Antonio.
