Todas las playas tendrán pasarelas de hormigón para todo el año. Poquito a poquito llegan, pero a estas alturas del verano, aún estamos casi como al principio. Pero bueno, todo lo que se empieza se acaba. Y eso parece ser que puede pasar con el Pabellón que tantos disgustos y calentamiento de cabeza le dan a los gobernantes de Carboneras. Acaban de licitar las obras, más de 300.000 euros para finalizar el pabellón, creo que con ese dinero no sólo hormigón pueden echar a las piscinas y espero que se culmine ya un proyecto de la herencia recibida, después de "cargarse" la pista del antiguo Simón Fuentes que estaba más que utilizable. En fin, ya no tiene remedio, como tampoco lo tiene derribar unos edificios sin tener un proyecto encima de la mesa, y más cuando se ve tanto en medio del pueblo.
Una piscina para competir, me imagino que si nuestros hijos empiezan a nadar, algún día se puedan organizar campeonatos, en un pueblo que respira deporte por los cuatro costados, necesitan:
Las corcheras tendrán un diámetro mínimo de 0,05 m. a 0,15 m. de máximo y deberán estar estiradas firmemente.
Merece la pena y mucho que puedan pensar en el futuro ahora que se está a tiempo.
Mientras los carritos de las playas ya están dando vueltas. Un bonito proyecto porque como dice Mario Vargas Llosa, seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos o que vamos a leer, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico ni siquiera existiría. Hoy en día en el que todos vamos a cuestas con Ipads, Ipods, videojuegos, videoconsolas de todas las marcas, ordenadores, móviles... La lectura es un hábito que se educa, y estos libros andantes son muy positivos y creativos.