Con el levantazo que pega, me quedo escuchando la canción de Radio Futura 37 grados y un montón de huesos, con algo de pellejo alrededor habrá que echar toda la carne al asador, dice la canción. Mi corazón está con el pueblo griego y atento a ver que deciden. Sin embargo, pase lo que pase la tragedia de Grecia es también un grave diagnóstico para los vecinos de Europa. Habrá que ir comprándose un buen cinturón, porque vienen curvas, y lo que está claro que el modelo de UE está en crisis.
Si a la Troika le pilló el toro, al Ayuntamiento le empitonó San Fermín; y el estado de las playas dejan que desear, en banderas, duchas, pasarelas... Para programar hay que pensar y trabajar, pero como estuvimos de mítines con la mano en el corazón, se nos olvidó lo más importante, cuidar y mimar a nuestro litoral.
No sé muy bien a quien pertenece el mantenimiento y las infraestructuras de las playas (si al área de Turismo o al área de Servicios, Mantenimiento o Participación Ciudadana), pero lo que está claro que tendrán que organizarse mejor e impulsar un verdadero plan de mantenimiento, limpieza, socorristas, señalización de peligrosidad para ganarse la bandera azul del próximo curso (y luego que no echen pelotas fuera); porque la tarjeta roja ya la tienen. Rectificar es de sabios, así que manos a la obra, aunque algo se mueve, pero no lo suficiente para una Carboneras que tiene que ser la Mar Divina del Mediterráneo. Quizás les falte más tiempo, o quizás más mano dura; o quizás darle más autoridad al que verdad se preocupa y va conociendo las inquietudes de la ciudadanía carbonera.
Si queremos turismo, tenemos que poner los seis sentidos en explotar este diamente que por ahora sólo logra colocar la bandera de overbooking en nuestro pueblo desde el 15 de julio al 30 de agosto.
Pero si esto pasa en el roalaje, en la casa de todos los carboneros, en el Ayuntamiento, hay movimientos en la trastienda de trapacerías políticas, y las caras no son muy veraniegas, que digamos. Los despropósitos pueden empezar a pasar factura.
Cometer errores o fracasar no es malo, lo pésimo es pasar por ello sin obtener una lección útil. La marca GICAR va bajando enteros, predican, critican, pero no dan ni una "miajita de ejemplo", y si no miren hacia las últimas contrataciones veraniegas. Casi les pasa como a Ana Colau, critican el clientelismo político y luego son sus mejores fans; y coloco a dedo, porque he ganado, casi como el parchís. Lo sigo pensando, aunque no se lo recomendaré a mi hijo, haz campaña electoral, y te ganarás el sueldo. Luego vienen los sonrojos. Y hablando de rojo pasión, esperemos que Garrucha nos devuelva la marca de la gamba roja. Confío en que alguien se preocupe más por la flota pesquera y las instalaciones portuarias de Carboneras, una de las más importantes de España; y lo vea como un activo también sostenible y enmarcado en el día a día de sus agendas.
Es tan sencillo como simple, hasta que no haya un plan estratégico de turismo para los próximos años, con sus debilidades, fortalezas, campañas promocionales, infraestructuras... poco o nada podrá avanzar el panorama turístico carbonero. Ese es el gran poder, y la gran responsabilidad para avanzar como pueblo, y no ir a salto de mata, mejor a salto de tutorial y grabaciones de video, preocupados más por el sueldo que por el bienestar social y el progreso de Carboneras.