martes, 9 de octubre de 2018
El pobre Simón Fuentes cada día está más triste y ojeroso: Yo sirvo de todo y nadie me cuida ni me pone guapo ¿lo merezco?
Nuestro querido solar del Simón Fuentes cada vez se supera. La imaginación de los responsables de eventos en el Ayuntamiento no tiene desperdicio. Y lo que debería ser el núcleo central de un pueblo, con una belleza que dejará casi sin aire a los visitantes, es como un campo de minas. Sirve de todo. Desde parking (y Dios me libre de decir que no es necesario), de aparca contenedores (y San Antonio me proteja de decir que no huele y que están limpios como una patena), de recinto ferial (y que la Virgen del Carmen me aliente de comentar que el ruido y la suciedad de su suelo si se cae una criatura se hace más daño de los microbios que de la caída) y ahora para eventos deportivos. Olee y oleee. Y luego nos mandan un mensaje que la culpa no es suya. Pues a quien corresponda este tipo de decisiones. Lo derribaron y el pobre se murió. El Simón Fuentes, cada día están más triste y ojeroso. Y todos los Santos del Cielo me cuiden de decir que es una campaña contra los actuales. Un gobernante que quiere, ama y cuida a su pueblo no hace este tipo de cosas. Ojalá un día se den cuenta que la culpa sólo lo tienen ellos y no el pasado, ni el presente, ni el futuro de la gente que quizás le eche una mano con su opinión para que mejoren. Los eventos deportivos que no nos falten, porque es hacer un pueblo más sano y una juventud implicada. Aquí hay que darles un buen aplauso.
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