Me temo que Greenpeace empieza a ver su batalla perdida o pretende agitar los platillos de nuevo contra el hotel del Algarrobico. No entiendo que interés tiene en Carboneras para que haga un monográfico en rueda de prensa del El Algarrobico. Greenpeace ha comenzado su campaña para blindar una eventual declaración de ilegalidad del hotel almeriense del Algarrobico. Y lo hace de cara a un próximo pronunciamiento del Tribunal Supremo para resolver el laberinto judicial en el que se ha visto envuelto este caso, que el propio magistrado Rafael Fernández Valverde anunció que sería resulto en septiembre.
La próxima decisión del alto tribunal se plasmará en al menos tres sentencias, después de un vaivén judicial entre el propio Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que en un fallo del pasado año llegó a declarar que el suelo sobre el que se levanta la construcción era urbanizable, lo que ha sido recurrido por Greenpeace. Sin embargo, el subdirector de la promotora del hotel de El Algarrobico, Azata del Sol, José Rodríguez, ha dicho que Greenpeace quiere "tensar un velo de sospechas".
Pero mientras que Greenpeace sigue su particular guerra contra los intereses turísticos de Carboneras, ya que con ese hotel podría empezar a vislumbrarse un nuevo horizonte económico, nuestro Ayuntamiento del PP-GICAR calla sin alzar la voz contra una organización que sólo está echando tierra sobre los intereses de nuestro pueblo. Greenpeace pide que se derribe, sea cuál sea el fallo del Tribunal Supremo sobre si los terrenos son o no urbanizables, que está previsto que se conozca en breve.
Lástima que los políticos de nuestro pueblo estén callados ante tanta desfachatez de esta organización que sólo hace que crear incertidumbre e inseguridad jurídica en un pueblo que tiene un futuro turístico muy prometedor si todos trabajan a una. Administraciones y sector turístico y diferentes colectivos del pueblo tienen que pensar en Carboneras turística.
La próxima decisión del alto tribunal se plasmará en al menos tres sentencias, después de un vaivén judicial entre el propio Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que en un fallo del pasado año llegó a declarar que el suelo sobre el que se levanta la construcción era urbanizable, lo que ha sido recurrido por Greenpeace. Sin embargo, el subdirector de la promotora del hotel de El Algarrobico, Azata del Sol, José Rodríguez, ha dicho que Greenpeace quiere "tensar un velo de sospechas".
Pero mientras que Greenpeace sigue su particular guerra contra los intereses turísticos de Carboneras, ya que con ese hotel podría empezar a vislumbrarse un nuevo horizonte económico, nuestro Ayuntamiento del PP-GICAR calla sin alzar la voz contra una organización que sólo está echando tierra sobre los intereses de nuestro pueblo. Greenpeace pide que se derribe, sea cuál sea el fallo del Tribunal Supremo sobre si los terrenos son o no urbanizables, que está previsto que se conozca en breve.
Lástima que los políticos de nuestro pueblo estén callados ante tanta desfachatez de esta organización que sólo hace que crear incertidumbre e inseguridad jurídica en un pueblo que tiene un futuro turístico muy prometedor si todos trabajan a una. Administraciones y sector turístico y diferentes colectivos del pueblo tienen que pensar en Carboneras turística.