miércoles, 22 de julio de 2015

Vergüenza de "puta barata podemita", no hay que irse a Cuenca, a veces se escucha también por aquí: Ánimo para Pepi, Charo y Pepa, pataletas para ensombrecer su parálisis. Máximo respeto por los jueces




En este verano sin misericordia añoramos un buen soplo de aire fresco. Estamos muertos. Menuda ola, dicen que van tres de calor, pero creo que la primera se instaló y se quiere quedar a vivir con nosotros, le damos demasiado bien de comer, riquísimos galanes. Pero no de meteorología quiero hablar, sino de putas baratas podemitas. “Puta barata podemita”. Es lo que ha escupido el alcalde de Villares del Saz, en Cuenca, para referirse a la portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha. Lo ha hecho a través de Facebook, donde José Luis Valladolid añadía: “Lo que pasa es que llevabáis cuatro años sin robar y sin colocar a dedo a todos los lamepollas del PSOE”. Le faltó morder y mascar tabaco, sacar la botella de wisky y llevarse la mano al revólver.

Este espectáculo tan triste se puede escuchar en términos similares en algún pleno de Carboneras, y si alguién lo lee y ha cometido tal aberración, seguro que se sonroja para sus adentros. E incluso en el facebook de algunos que echan exabruptos, insultan y se pasan por el forro el vocablo EDUCACIÓN.

Buceo por internet, y miro como en la página del GICAR y no la del Partido Popular, cuelga la noticia de Europa Press del caso de los votos por correo de 2007, contra Josefa Cruz, Rosario Fernández y Josefa Ruiz. Ellos desean mantener a toda costa la llama encendida para ensombrecer con el humo su pésima gestión y el desconcierto y despropósitos en gastos y promesas incumplidas.

Y no será orgullo carbonero quien no apueste por un estado democrático y respetuoso con los tribunales y las leyes. Sólo el tiempo cura las heridas, pero el nombre de estas tres mujeres, con hijos/as, madres y padres, de momento sólo sirve de propaganda electoral para los palmeros que no se miran su ombligo porque ellos también alguna vez debieron apuntarse a varios cursillos de comprensión burocrática para cumplimentar los requisitos sin error para votar por correo. Claro pero viste mucho, eso de las bolsas de basura negras, y no tanto las cajas de bombones y los pañuelos de seda. Pero, lo bueno es que en el pueblo nos conocemos todos.

Me llama poderosamente la atención como en el Partido Popular no se hacen eco de la noticia que ya archivó el juez contra el ex concejal Francisco Aguado, y ahora deja pendientes a las tres mujeres socialistas; cuando la acusación particular la ejerce el ex portavoz del grupo municipal del PP Joaquín Amills, entonces gran líder de los populares carboneros.

Mucha gente piensa que su papel es sólo mirar. Así siento que estamos. Mientras que GICAR y PP se agarran con fuerza a un sillón, que el primero quiso arrebatar con ganas a los segundos (los resultados electorales cantaban por si solos, pero cosas de la edad, por imperativo legal me caso con ellos), y a un pasado que de momento no ha dejado “cársel” para ninguno de sus protagonistas, gente que dejó a Carboneras como uno de los pueblos más prósperos de Andalucía, con sus defectos y aciertos.

Estas pataletas, que sólo los jueces pueden dictar sentencia, sólo sirven como balas de humo para intentar ensombrecer sus subidas de impuestos, su aumento de deuda, sus promesas incumplidas, sus olores en las calles… A veces sé que apetece muy poco votar, que tenemos la sensación de que no sirve para nada. Mientras no llegue una revolución, la urna es el único camino. Es un camino lento, pero funciona.

En Carboneras hay dos sectores incondicionales, pero existe también un primero, un segundo y un tercero que quiere que avance y quiere vivir dignamente en un pueblo que lo tiene todo para ser el mejor. Lamentablemente esa visceralidad y odio se está transmitiendo de generación en generación. Triste porque ya no sabemos discernir lo que es avance y constructivo para Carboneros de lo que es parálisis y enfermedad galopante para una juventud, con tasas de desempleo preocupantes, y que se ven obligados a emigrar fuera de su pueblo, como lo ha hecho recientemente un buen amigo mío.

A mí lo de los votos por correo me preocupa claro que sí, me gusta la justicia, quiero vivir en democracia y con libertad de expresión y de decisión sin condicionamientos (aunque todo el mundo, incluso votando por correo es libre de dar su sobre a quien le dé la gana, vaya de paso); pero lo que realmente me quita el sueño es qué van a hacer el día de mañana mis hijos en medio de tanta confusión. Las conquistas grandes se hacen a base de pequeños pasos, poquito a poquito, pero con cabeza, con sentido común, con igualdad de oportunidades, luchando por el turismo, por la pesca, por la industria, con proyectos en grande e implicando a todos los colectivos… No me cansaré de repetirlo, yo quiero lo mejor para Carboneras, pese a quien le pese.

Orgullo Carbonero quiere dar ánimos a Pepi, Charo y Pepa porque son humildes y trabajadoras y porque no se merecen que se les manchen su nombre con la tinta negra de las rotativas. Al final en Carboneras nos conocemos todos, para lo bueno y para lo malo. Pero por favor, pasen ya página que nos quedamos paralizados en silla de ruedas; y si no que se lo pregunten al concejal de Turismo la panzada de trabajar que se está pegando para adecentar unas playas que dejaron a la mano de Dios a 20 de julio que estamos. Los mejores, los de Protección Civil, espíritu solidario y de buena gente. De sol a sol, cumpliendo por Carboneras.

Os dejo la canción de dos coleguitas muy majos de Carboneras que me han hecho sonreir: