Cuando se cumple un mes en la Alcaldía de José Luis Amérigo, se empiezan a conocer los primeros regalos para el Ayuntamiento: la herencia de la hazaña de Pascual Díaz en la Playa de El Corral. Todas las actuaciones se hicieron sin ninguna autorización y la Junta de Andalucía no se ha quedado con los brazos cruzados. Multa al canto de 30.000 euros. Y para eso que se rasgaban las vestiduras porque aquella actuación no atentaba a nadie, claro al medio ambiente. Coger una explanadora y pensar que todo el monte es orégano, es lo que tiene. En fin.
José Luis Amérigo lo desveló ayer en el programa de la cadena Ser Levante, hoy por hoy, así como todos los retos que tiene ante sí. También contó que ya tienen un Secretario, algo básico para funcionar en plena legalidad, no como hacía presuntamente el antiguo alcalde, Felipe Cayuela, que tomó cualquier decisión sin tener ni tesorero, ni secretario, ni interventor, sólo... en asuntos puntuales.
A falta de que la Junta autoricé definitivamente la toma de posesión del Secretario, se espera cómo quedará el nuevo organigrama del Ayuntamiento, en el que sí se tiene claro que estarán los miembros del GICAR en diferentes áreas. Evidentemente, esta decisión si se ha tomado con los pies en el suelo, traerá a buen seguro actuaciones en un Ayuntamiento que el último año vivió momentos caóticos.
Se tendrán que limar asperezas entre GICAR y PSOE, pero lo que está claro que por el bien del pueblo han decidido aparcar diferencias y arremangarse para que Carboneras salga del túnel en el que se encontraba. Mucho trabajo le queda a José Luis por delante que en menos de 30 días ha organizado todas las actividades de verano, está poniendo orden en algunos aspectos como limpieza, seguridad, campaña de verano... y sobre todo, trabaja a contra-reloj para empezar a dibujar una hoja de ruta para una Carboneras que necesita urgentemente un plan director de empleo, turismo, tercera edad, social, industrial, transporte, pesca... Si el PSOE y GICAR han dado el paso al frente de unir fuerzas, habrá que ver que depara para el Ayuntamiento de Carboneras y todos los carboneros este pacto por la estabilidad y el progreso de nuestro municipio.
Está claro que una de las grandes diferencias entre Salvador Hernández y Felipe Cayuela se debió a los presuntos pagos que estaba haciendo este segundo a los negocios de su padre; algo que a buen seguro Salvador Hernández, intentará demostrar en esta nueva andadura en el Consistorio. Además, de las grandes palabras que Felipe Cayuela cargó contra el líder de GICAR sobre posibles presiones o irregularidades. Salvador Hernández tiene ante sí un gran reto, junto a su compañero Pedro López que es devolver la estabilidad y haber dado el gobierno al PSOE, el partido más votado; y que tendrá que demostrar su nueva forma de actuar, otra manera de gestionar, colocando a Carboneras donde merece estar.
Evidentemente habrá que esperar el nuevo organigrama, pero lo que está claro, que sea cual sea, el grupo tiene que estar unido, fuerte y con mucho sentido de la responsabilidad para levantar un pueblo que no caminaba por el camino más adecuado.
