sábado, 29 de julio de 2017

Todos tienen una madre limpia, pero no todos tienen hijos que no quieren ni respetan a Carboneras ni a los carboneros

Carboneras vivió ayer una jornada de lo más esperpéntica. Si por la mañana el Pleno dejó imágenes en la retina de los carboneros para no olvidar como la voz alta y clara de los afectados del conflicto de los desahuicios en el Llano de Don Antonio y del grupo de la oposición que presentó una moción para ayudarlos, por la noche en el patio andaluz no daban crédito que mientras los alumnos de la Academia de Gustavo Criado se dejaban la piel en el escenario delante de sus familiares mostrando su talento y la buen hacer durante un año, a las espaldas del Patio Andaluz, allí a tan sólo menos de 50 metros, los moteros que visitan Carboneras este fin de semana se lo pasaban en grande en un concierto de rock más bien duro que blando, cuyos decibelios atropellaban a los bailarines.

Foto (Federico F. Mendoza)


Si por la mañana se escuchaba en el salón de Plenos ante los argumentos de la falta de servicio de limpieza de un pueblo, los susurros insultantes contra el portavoz de la oposición (tú madre...), la policía local tuvo que mandar a callar a alguna persona; en las inmediaciones del antiguo Simón Fuentes los gases que desprendían el nuevo asfalto a más de 30 grados de temperatura y la tierra que habían levantado suscitaba críticas agrías contra un equipo de Gobierno que no quiere ni respeta a Carboneras y menos a los carboneros. ¿A quién se le ocurre hacer estas obras ahora a finales de julio?

Si por la mañana daba pena ver como el equipo de Gobierno se quedaba sin argumentos antes los grandes problemas que padece un pueblo que en sus manos se está convirtiendo ni en su sombra de lo que era por falta de iniciativa, creatividad, empatía, entendimiento con las Administraciones provinciales y autonómicas y la propia ciudadanía, por la noche en el Patio Andaluz quedaba patente la falta de respeto y de coordinación que tienen entre ellos un equipo de Gobierno que va a poquito a poquito poniendo tiritas a un pueblo que era la envidia de Andalucía. Dejadez y no estar a la altura de lo que es un Carboneras que enamora. Unos por otros la casa sin barrer, las playas sin poner, los contenedores amontonados y con olor...

Escuchen por favor a los ciudadanos de Carboneras, escuchen sus problemas, ¿es tan difícil ponerse en el lugar de los otros? Creo que sí, porque no saben hacerlo de otra manera, sí lo hacen con el insulto y la amenaza.