Foto (Federico F. Mendoza)
Si por la mañana se escuchaba en el salón de Plenos ante los argumentos de la falta de servicio de limpieza de un pueblo, los susurros insultantes contra el portavoz de la oposición (tú madre...), la policía local tuvo que mandar a callar a alguna persona; en las inmediaciones del antiguo Simón Fuentes los gases que desprendían el nuevo asfalto a más de 30 grados de temperatura y la tierra que habían levantado suscitaba críticas agrías contra un equipo de Gobierno que no quiere ni respeta a Carboneras y menos a los carboneros. ¿A quién se le ocurre hacer estas obras ahora a finales de julio?
Si por la mañana daba pena ver como el equipo de Gobierno se quedaba sin argumentos antes los grandes problemas que padece un pueblo que en sus manos se está convirtiendo ni en su sombra de lo que era por falta de iniciativa, creatividad, empatía, entendimiento con las Administraciones provinciales y autonómicas y la propia ciudadanía, por la noche en el Patio Andaluz quedaba patente la falta de respeto y de coordinación que tienen entre ellos un equipo de Gobierno que va a poquito a poquito poniendo tiritas a un pueblo que era la envidia de Andalucía. Dejadez y no estar a la altura de lo que es un Carboneras que enamora. Unos por otros la casa sin barrer, las playas sin poner, los contenedores amontonados y con olor...
Escuchen por favor a los ciudadanos de Carboneras, escuchen sus problemas, ¿es tan difícil ponerse en el lugar de los otros? Creo que sí, porque no saben hacerlo de otra manera, sí lo hacen con el insulto y la amenaza.