Vamos Pascual tú puedes, a por las banderas azules, ya tienes de nuevo las Q de calidad. Descanse en paz Antonio Mesa, un enamorado de Carboneras

Los inputs en positivo tienen que servir para relanzar los proyectos y revitalizar las ganas por hacer las cosas bien. El alcalde, Salvador Hernández; y el concejal de Turismo, Pascual Díaz, recibieron de la mano de la Secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián; y el presidente del ICTE, Miguel Mirones, las banderas de la Q de calidad. Si bien hemos perdido las banderas azules y nos otorgan hasta negras, seguimos manteniendo las de calidad y así ondearan en las Marinicas, los Cocones-Barquicos y el Lancón que evalúan diferentes criterios para los usuarios, como seguridad, primeros auxilios, limpieza... Es vital que nuestro equipo de Gobierno se ponga las pilas porque existe muchísimo margen de mejora, y basta acercarse para pegarse un chapuzón y ver cómo se encuentran. No obstante, este galardón en azul, ya lleva siendo un asiduo en las playas desde hace muchísimos años, y lo que nunca se había perdido eran las azules, que también son importantes y nos gusta verlas.
Lo que hay que conseguir es que los turistas, si queremos vivir del turismo e ir pensando en alargar la temporada, queden supersatisfechos de todo lo que ofrece la Mar Divina, que por si es una Carboneras que enamora, por sus playas, por su gastronomía, por su tranquilidad...
Ahora Pascual a trabajar duro y que esté todo a punto como merece estar CARBONERAS.

Sin embargo, esta mañana Carboneras se despierta con la triste noticia de la muerte de Antonio Mesa, una persona querida en el pueblo, enamorado de una Carboneras a la que volvió hace unos años después de haber estado viviendo en Cataluña e incluso haber ostentado cargos políticos que le daban una visión muy particular y cariñosa de vivir la política en un pueblo. Hoy en el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca lloran su muerte. Uno de sus sloganes y frases que más repetía y sobre todo, en los últimos meses que avaló y representó a Pedro Sánchez en Carboneras, era la militancia debe ser el alma del PSOE. Él un socialista de pies a la cabeza, cuando llegó al pueblo ayudó a gestar el GICAR, hoy en el Ayuntamiento, pero el modo de gestionar del equipo de Gobierno y sus socios pronto le desencantó y empezó a formar parte de la familia socialista carbonera. El destino como él siempre decía pone a muchas personas en tu camino, pero sólo las buenas permanecen. Un día me atreví a preguntarle: ¿Antonio, cómo que ayudaste a formar al GICAR? Cuando andaba muy contento por la victoria de Pedro Sánchez, en el que tanto él confío, y me contestó: Todos cometemos errores en la vida y hay que saber rectificar. Antonio, gracias por haber sido una persona íntegra, creo que dejas una hueco difícil de completar.