viernes, 8 de noviembre de 2019

BASTA YA: Actos vandálicos contra el concejal del Ayuntamiento, Pedro López. Los de siempre, sólo saben amenazar, atemorizar, presionar... Carboneras sólo quiere gente que desee trabajar




Desde Orgullo Carbonero queremos condenar las pintadas aparecidas en una propiedad privada en referencia a un concejal del Ayuntamiento de Carboneras, Pedro López. Es lamentable y siempre pasa lo mismo que un grupo movidos por su odio,  siempre que se topan con quienes difieren de la opinión de los demás, tengan que sufrir estos actos vandálicos o insultos. Tristemente, la política municipal en nuestro pueblo siempre es un motivo de revancha por parte de algunos que nunca asumen que haya una inmensa mayoría, gente humilde quiera trabajar por su pueblo.  

Se debe contagiar el cambio. El equipo de José Luis tiene que seguir apostando por propiciar un giro de 360 grados a lo que en 8 años había existido en el Ayuntamiento. En estos momentos, todos comparten. Todos trabajan en equipo. Y todos se implican, porque por encima de intereses personales, hay un interés común, y es devolver a Carboneras la dignidad que Felipe y los Salvadores le quitaron. Todos sin excepción. No se entiende otra palabra, salvo construir en positivo un cambio que ya se nota en Carboneras. La imagen de todos los alcaldes por una transición energética justa, las reuniones con responsables de las Administraciones Locales y provinciales, hablan claro, empieza el cambio con seriedad y humildad.
Los contactos que mantienen todos los días desde José Luis a Pedro López como Vanesa Fuentes,  Marina Esteban, Isabel Hernández, Ramón Soto o Francisco Belmonte son para trabajar, para lanzar proyectos, para solucionar problemas y no para urdir mociones de censura donde han quedado retratados los que no quieren a nuestro pueblo.
Mirar por Carboneras no es traicionar; arrimar el hombro y trabajar por devolver la imagen al pueblo eso se llama, arremangarse; y quebrarse la cabeza para hacer algo diferente para propiciar el cambio es digno de alabar, sean del signo político que sean. En 4 meses, han sido capaces de poner orden en un Ayuntamiento que dejaron en plena ilegalidad. No fue un despiste, sino sus líderes Felipe y sus concejales, sus grupos de amigos de presión y sus asesores estaban convencidos de que la estrategia alternativa iba a ser más beneficiosa para sus intereses personales. 
Esto supongo que pensaría Salvador Hernández. Sus intereses por encima del pueblo, un mal trago para algunos de sus simpatizantes; y sobre todo, para un hombre como Pedro López que dio su palabra para construir el futuro de Carboneras.
José Luis, Vanesa Fuentes, Marina Esteban, Isabel Hernández, Ramón Soto, Francisco Belmonte y Pedro López tienen que ser capaces de parar una hemorragia de estas minorías que llevan más de 20 años queriendo ver en las profundidades a Carboneras; y que son capaces de comprar, vender, intercambiar... a cambio de verse en un sillón que tan sólo nos perjudica a todos los carboneros. 

Carboneras tiene que pasar página. Carboneras tiene que reinventarse. Carboneras vive en estos momentos el mejor punto de inflexión para decir basta y parar los pies a los que sólo quieren mirar por su propio bolsillo. Salvador Hernández no tuvo la fortaleza de sacar todas las facturas que han cobrado familiares de Avanza, PP e incluso de su familia; eso es la ética; tampoco ha tenido la valentía de plantar cara a los que en su día le "robaron" votos e incluso ahora lo han puesto en el borde del precipicio, quizás lo han lanzado a la cuneta de su vida política; tampoco ha apostado por dignificar una vida política y construir un pueblo. Creo que Carboneras necesita más que nunca decir bien alto NO a esta manera tan triste de amenazar, presionar, amedrentar, atemorizar, acobardar.

Desde aquí nos sumamos a las críticas contra estos actos vandálicos. Desde Ciudadanos Carboneras y su líder Agustín Canovás han denunciado estos actos y esta manera de caer tan bajo.


miércoles, 6 de noviembre de 2019

Simpatizantes del GICAR barajan pedir la dimisión de Salvador Hernández


El clima en el GICAR y entre simpatizantes de este grupo está más caldeado que nunca. Le decisión de Salvador Hernández de 'patrocinar' la moción de censura contra José Luis Amérigo y de anteponer los intereses del pueblo a sus egos personales y de algunos de sus más directos colaboradores está suscitando que un grupo de simpatizantes barajen la posibilidad de pedir su dimisión como líder de GICAR.

Salvador Hernández no sólo urdió la moción de censura con su directo rival, sino que además conoce desde el primer día el desajuste que Felipe dejó en  las arcas municipales: Casi un millón de euros en facturas sin pagar y más de la mitad de las partidas presupuestarias agotadas y en número rojos, por no contar el desaguisado de algunos eventos deportivos y culturales o situaciones económicas y urbanísticas.

Flaco favor le ha hecho Salvador Alarcón, Felipe Cayuela y otros grupos a Salvador Hernández que ha quedado totalmente retratado.



Felipe se 'carga' a su enemigo político en las pasadas elecciones, sin querer queriendo



El ex compañero de filas del GICAR, Felipe Cayuela, ha dejado bien tocado a su enemigo político en las elecciones políticas, Salvador Hernández. Salvador Hernández, como un novato, picó y bien fuerte la carnada que le puso un grupo de interés liderado por Felipe (hijo y padre) para llevarlo a montar con los cables del Partido Popular una moción de censura sin ningún argumento. Sin querer, queriéndolo, quizás, o como suelen hacerlo todo en las filas de AVANZA y GICAR (no todos los simpatizantes piensan de la misma manera), sólo movidos por la avaricia, el odio y la sinrazón han querido defenestrar a un equipo sólido, que solo puede presumir ahora mismo de trabajo incesante. Pedro López ahora empezará a recibir insultos, presiones y amenazas como ya las está recibiendo el número 3 del GICAR, Ana María Ruiz Esteban, quienes sólo han visto en el PSOE un aliado para sacar brillo a Carboneras, darle proyectos. La reunión en el Foro, convocada por Salvador Hernández, fue una sinrazón y una vergüenza llena de intereses económicos y presiones de personas que saben lo que es vivir al sol que más caliente, sin importarles la sanidad, la educación, el deporte, la cultura, el empleo a Carboneras. Porque en ese momento, no había ni un ápice de duda del buen quehacer de José Luis y su equipo. Pedro López se queda y él tiene claro que desea trabajar con más ganas que nunca por su pueblo, su siempre gran vocación.

José Luis cesa por decreto a Salvador Hérnández: Con educación y sin que le tiemble el pulso se pone nuevo rumbo


Lo acaba de anunciar hace unos minutos José Luis Amérigo. Ha cesado por decreto a Salvador Hernández y lo retira directamente a la oposición. El alcalde de Carboneras es un hombre serio, tranquilo, paciente y buen trabajador, que ha padecido durante 8 años estar en una oposición donde tanto Felipe Cayuela como Salvador Hernández lo discriminaban, lo fusilaban a palabras y a acusaciones injustas por criticar el clientelismo y las continuas ilegalidades que se estaban cometiendo.

Esta mañana José Luis Amérigo ha mantenido una reunión con Salvador Hernández, quien no dudó ni un minuto en negarlo todo y tirar balones fuera de ser uno de los artífices de una abortada moción de censura. Salvador Hernández no ha durado ni cinco meses en un sillón en el que podía haber demostrado la política de su gran enemigo Felipe Cayuela (sólo se quieren por el interés de subir a un sillón) y trabajar por poner un nuevo rumbo a una Carboneras que lo necesita más que nunca. Pero a pesar de haber pactado con José Luis, haber tenido en su mano la gran oportunidad de devolver todo lo prometido, decidió jugar por la espalda, y perdió toda la confianza de su equipo en el Gobierno a pesar de que están trabajando de sol a sol y cumpliendo punto por punto todo lo pactado.

A José Luis es un hombre cabal, está llamado y confiado por el pueblo de Carboneras a solucionar unos problemas y abrir camino hacia un futuro positivo. En cinco meses, José Luis ha recibido a más personas que en todos los mandatos de la democracia, porque entiende que el Ayuntamiento es la casa de todos y hay que aplicar la misma vara de medir con educación como es su gran seña de identidad.

En cinco meses han sacado más proyectos que en 8 años de GICAR-PP-AVANZA-Felipe pero sobre todo ha devuelto a Carboneras a la escena de las Administración Públicas, privadas y de la sociedad como antes no se había hecho en época de GICAR-PP y AVANZA. Carboneras necesita hombres y mujeres fuertes, que no les tiemble el pulso para trazar la Carboneras del cambio que tanto se pide. Bravo José Luis, sigue trabajando por el cambio.


Popeyadas y Pepeyadas las justas Salvador: Carboneras necesita una fuerte inyección en Hacienda y Política Turística. José Luis quiere seguir dando el giro


El teniente de alcalde, Salvador Hernández, no puede quedarse con dos de las principales concejalías de calado y responsabilidad de un Ayuntamiento, como es Hacienda y Política Turística. Salvador Hernández debe de estar para hacer examen a las cuentas públicas de un Felipe que dejó pendientes miles de euros a empresas y pequeños autónomos de Carboneras mientras que sí siempre desvió del bolsillo de todos los carboneros grandes partidas para sus negocios familiares y para los de su ex amigo Salvador Hernández. Salvador Hernández que pidió por activa y por pasiva las facturas y siempre se encontró desde que abandonó el ayuntamiento con un portazo en la puerta de su antiguo compañero Felipe, no ha tenido ni la fuerza, ni la votuntad, ni el compromiso de hacer nada por un pueblo y un equipo que le ha brindado la posibilidad de dar un giro de 360 grados a una situación lamentable en la que se encontró José Luis en junio el Ayuntamiento. Mientras que ponía orden, el concejal del GICAR en vez de remar se encargó de fraguar una moción de censura junto a miembros del Partido Popular y Avanza con Felipe a la cabeza y algunos grupos empresarios de Carboneros que deseaban volver a ocupar un sillón del que seguro se acordarán de sus buenos momentos.

Y ni qué hablar de política turística. Hoy más que nunca Carboneras necesita articular un Plan de Estrategia Turística para un pueblo que tienen muchos valores como para explotar y no tener a un concejal que se encierra a cal y canto y va a las reuniones con una cara bien grande, después de ver como abortaban su plan tejido para desbancar a José Luis, quien no tuvo reparos de hacerle un hueco para trabajar por un pueblo que pide a gritos políticos responsables, exigentes y con mano dura para enderezar el rumbo.

José Luis no desea 'Popeyadas' ni 'Pepeyadas' ni 'Felipadas'. José Luis desea gente que quiera trabajar en mayúscula por un pueblo que merece todo.

martes, 5 de noviembre de 2019

HSalvaH: Carboneras no es gran hermano de las medallas. De 'autoaislado' a verse casi con las patitas en la oposición



La mayoría de los ciudadanos de Carboneras no se esperaban ese trajín de debajo de la mesa que se traía Salvador Hernández, en el silencio más absoluto, para montar una moción de censura que él ni se la cree. Felipe Cayuela tiene claro que no lo quiere, pero todo es un fin maquiavélico para volver a un Ayuntamiento que dejaron como si un tsunami de ilegalidades hubiera entrado directamente desde la Playa de Los Muertos. Salvador no debería estar ni un minuto más junto a un equipo que desea trabajar, y de hecho, más de una concejalía han llevado a cabo más proyectos y reduciendo presupuesto considerablemente, más que en 8 años de GICAR-PP y Felipe en la última etapa. Queda camino por hacer, pero las expectativas son positivas.

Si bien ante la situación de emergencia que padecía Carboneras, José Luis y su equipo negoció ceder una serie de concejalías a GICAR, siempre bajo el beneplácito de un Salvador Hernández, con síndrome de alcaldía y capaz de hacer cualquier cosa para volver a un sillón. Ahora, el alcalde de Carboneras tiene una decisión muy importante: cesarlo.

No puedes gobernar con alguien que se encierra en su despacho y que lleva cuatro meses en vez de gestionando mientras que el resto de compañeros se dejan la piel para poner en orden del destrozo felipista, urdiendo una moción de censura sin sentido, sin argumentos. El listado de pleitos que están como una espada de Damocles en su cabeza y en la de su amigo Felipe corren en su contra. Menudo par de gemelos, que no se pueden ni ver, pero que son capaces de dormir en camas separadas para volver a asaltar una Alcaldía. Pedro López lo ha dicho por activa y por pasiva, él llegó al Ayuntamiento para realizar proyectos y se ha encontrado con un equipo que rema en la misma dirección. Todos van a una y las pruebas se convierten en hechos. Y Pedro López, un hombre acostumbrado a gestionar por su trayectoria laboral en el sector de la banca, no se va a permitir manchar su imagen con un par de impresentables que pueden dar más disgustos que satisfacciones.

Salvador Hernández se está inmolando sólo. En vez de sacar a la luz como responsable de Hacienda todas las facturas que cobró Felipe, que dio a sus familiares. E incluso asumir con ética lo que dejó él a los suyos y dar un nuevo giro a la política que él llevo a cabo, se dedica a enmarañar. Salvador tiene que asumir que fue el gran perdedor, que se le ha dado la oportunidad de volver al Ayuntamiento para trabajar por el pueblo, que José Luis no es Felipe ni en formas ni en ideas ni en oratoria ni en modo de trabajar; y sobre todo, que si cobras un sueldo, por favor, chiquillo o te pones la pilas o deja al resto que trabajen. Pero es más, asume que los proyectos son de equipo y que tú has decidido unilateralmente salirte del círculo. No puede ver que Carboneras sale adelante sin él o con él. Y menos admite que las cosas vayan muy bien. A José Luis le toca tomar decisiones valientes, que no son de buen gusto, pero liderar es gestionar, tomar caminos que lleven a Carboneras a ese lugar de futuro que merece.