La pandemia del Covid-19 en Carboneras ha convertido al Grupo Carboneras AVANZA en un patio de encuestas que no me atrevo ni a calificar para que el líder de la oposición no se ponga del mal humor y pueda alterar su creatividad en la hora de realizar las preguntas. La oposición carboneras no ganará en credibilidad pero menos en proactividad y acciones positivas hacia un pueblo que atraviesa duros momentos hasta que ellos mismos no realicen un autoexamen de todos los grandes fallos cometidos: sus nónimas, sus gastos, su falta de iniciativas, su modus operandi en las dos legislaturas de alcaldía en la que tuvieron grandes distancias entre concejales, concejalías y alcaldables.
Cualquier ciudadano de a pie que se preguntaría ¿por qué Felipe y Salvador se han negado en reiteradas en enseñar sus nóminas? ¿Por qué Felipe y Salvador no presentan ninguna moción de apoyo a los grandes problemas que padece nuestro pueblo? ¿Por qué Felipe y Salvador no enseñan sus expedientes en el Ayuntamiento de facturas en sus propios establecimientos o los de familiares? ¿Por qué no tienen ni un solo escrúpulo en descalificar a Pedro López a nivel humano? ¿ Por qué no tienen ni un trocito de corazón de parar la campaña de descrédito hacia una persona como Pedro que es de Carboneras, que todo el mundo conoce y qué por que no sé arrodilló a sus mandatos ya lo tildan de todo? Y así se suma y se sigue. Pero no merece la pena, porque la oposición carboneras desde el primer día perdió sus papeles y se les vio demasiado el plumero para montar una moción de censura al grupo con un Salvador Hernández que impuso criterios en la negociación y que perdió el tiempo durante esos tres meses que estuvo? Quizás la falta de práctica de un deporte en equipo le jugo una pésima pasada de no saber que los equipos arriman el hombro y que cada jugador es una pieza clara en un labor en conjunto y no las individualidades a costa de negociaciones por debajo de la mesa. Ellos sabrán.
Lástima que la oposición se convierta en el Sigma 2 de un pueblo que necesita más que nunca acciones conjuntas. Ah, perdón, no facturas en macarrones, wiski y demás productos.
