Decir Mariana Pineda es sinónimo a mujer y heroína. Viuda y madre de dos hijos de corta edad fue denunciada por haber bordado en una bandera la leyenda «Ley, Libertad, Igualdad» y acusada de pertenecer a una conspiración liberal. Al negarse Pineda a delatar a sus supuestos cómplices, Pedrosa, miembro de la Chancillería de Granada, y según la leyenda, secretamente enamorado de ella, decretó su ingreso en prisión. En medio de las protestas de la población, fue juzgada y condenada a morir a garrote vil. La sentencia se ejecutó en el Campo del Triunfo de Granada, mientras la bandera que había bordado era quemada. Mariana Pineda se convirtió pronto en heroína y mártir de la causa liberal, hasta el punto de inspirar numerosas canciones. Incluso nuestro poeta más internacional, Federico García Lorca, se basó en su historia para escribir la obra teatral Mariana Pineda.
Y este nombre fue el elegido por un grupo de mujeres hace 25 años para formar la Asociación de Mujeres Mariana Pineda en Carboneras.
Nombrar a Ana María Acuña, Celía Díaz, Ana Torres, Encarna Rabaneda, Pilar Segura, Catalina Hernández, Catalina Hernández Fernández, Paqui López, Maruja Jaén… es recordar el trabajo y la trayectoria de un grupo de mujeres que trabajan por y para el pueblo defendiendo no sólo el papel de la mujer sino también apostar activamente en el terreno socio-cultural y familiar, que ha permitido la creación y consolidación de nuevos espacios. Su legado es importante y sus ganas tremendas por formarse, por integrarse, por avanzar y por conseguir nuevos retos mirando hacia el futuro con optimismo. El pasado sábado volvieron a dejar su huella en una fantástica representación teatral, La Vida es Sueño de Tono y Llopis, comedia surrealista. Una noche mágica e intensa de la mano de su director, Miguel Galindo. Lástima, que casi a la misma hora, también se celebrasen a menos de 50 metros, en el Castillo de San Andrés, las II Jornadas Literarias y el concierto de Sensi Falán, una de las mejores cantautoras almerienses, nacida en La Chanca. Estos detalles se tendrían que cuidar un poquito más, sobre todo, porque los dos actos merecen un 10 y es de agradecer que el público pueda disfrutar de las delicias de estas grandes personas. (Una mujer con imaginación es una mujer que no solo sabe proyectar la vida de una familia y la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio). Rigoberta Menchú.
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