Y ahora es
verdad que no entiendo "ná de ná". ¿Algo extraño por poner publicidad
y pegar carteles dónde siempre se puso? El 20-D hay elecciones generales ¿no?
En todos los pueblos de España y en Carboneras, no se iba a ser menos, nos
hemos despertado con las caras de Albert Rivera, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez,
Mariano Rajoy e incluso nuestra Soraya de los Marrones (Porque mira que apaga
esta mujer todos los fuegos de este Gobierno) hasta en el cabecero de mi cama. Quizás es que me he despistado
al leer esta conversación emitida entre dos políticos. Uno se sorprende y
denuncia la pegada de carteles; y el otro le contesta en tono político. El uno,
utiliza unos argumentos que se caen por sí solos, con un lenguaje hasta con
algún taco que no se atrevió a terminar. El otro, un tono con argumentación y
con documentación. Valoren ustedes. Creo que las palabras sobran, y las
actitudes desmontan cualquier títere.
En los debates en los
periódicos y televisiones, la ausencia de Rajoy ha quedado reducida a chiste,
que es la mejor manera de hablar de ello sin darle protagonismo. "Quiero
saludar a Rajoy que nos estará viendo", dijo Iglesias el primero.
"Rajoy no está hoy, pero como si lo estuviera", comentó Rivera mirando
a Soraya. Eso se lo tenían todos bien aprendido. Una puyita de vez en cuando,
todos reían, media España reía, y Soraya no podía más que poner cara de palo.
La cara de palo que se me ha quedado a mi al leer que ya no se puede pegar carteles o lonas, cuando hasta con las celebraciones de nuestro equipo de la toda la vida, el Real Madrid, hasta me he bañado en piscina en plena calle, en frente de la Guardia Civil. Y no pasaba nada. Y no pasará nada. Porque las celebraciones están para eso, hacer equipo, divertirnos y echarnos unas risas sanas, que bien hace falta en estas épocas navideñas y a lo largo de todo el año. Sonreír es gratis.
Nuestro amigo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso de moda el plasma. Si aparecer en todas sus ruedas de prensa, y sus grandes comparecencias ante los periodistas encuadrado en una televisión, lejos de las preguntas de los comunicadores. Quizás nuestros amigos del Ayuntamiento, ahora quieran transformar la vida política y las vísperas de las elecciones y las campañas electoras en teleconferencias con plasma para no dañar un mobiliario público que en muchas ocasiones no se preocupan ni de mantener. Pero la campaña electoral que le están dando a todos los vecinos que viven cerca del Castillo es para recordar: diferentes BSO de villancicos para dormir el alma, despistar a los adversarios, olvidar las preocupaciones y las intenciones de voto, y aquí no pasa nada, ni tan siquiera nos movilizamos para a ver si nuestros compañeros de partido pueden defender mejor a Carboneras en cualquier escenario de Madrid. Es la nueva era de hacer política. Más engaños y continua víscera de tirar balones fuera. Aunque tomen tiempo. Que esto acaba de empezar.
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