Y nuestro San Antonio ya está restaurado. La mano que ha retocado a nuestro Patrón, ese del que tantas veces nos acordamos al año y por el que suspiramos el día 12 y 13 de junio, ha sido Clemente Gerez.
Un maestro de la luz que con el toque de su espátula ha dejado a San Antonio con una nueva expresión en su cara. Esa luz que más que luz es una chispa, que ha alegrado su mirada, con su niño en brazos.
Clemente Gerez, a pesar de no dedicarse a la restauración, ya que destaca por sus dotes de pintor, aceptó este reto de forma altruista. La magia del pincel del artista ha obrado ese milagro de darle alma a nuestro San Antonio.
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