Casi toda la hora y media que dura la película ¡Bienvenido, Mister Marshall! refleja los entusiastas preparativos de un municipio español para recibir a los americanos en los años 50: se alquilan trajes típicos andaluces, se contrata un intérprete de flamenco y se habla de ofrecerles limonada o sangría. El coche pasó de largo y obligó al pueblo a asumir el coste de todo. Visionario o buen conocedor de España, Luis García Berlanga estaba terminando su rodaje cuando su guión realmente estaba ocurriendo en muchos municipios. Y de "Bienvenido, Mister Marshall" a "Bye, bye Salvador, Bienvenido, Pascual". Y es lo que dicen en los corrillos carboneros: el concejal de Turismo será el que llevará la vara en la procesión del centenario de San Antonio. De momento, todo son especulaciones, dimes y diretes, ante la posible inhabilitación del actual alcalde, pero lo que está claro que bien se lucen en esta imagen en una misa en la que las novenas sonaron en enero.
Pienso en los 100 años de San Antonio, y mira que nuestro patrón tiene liderazgo para desbancar a San Andrés de la patronía, algo que puede suceder en términos políticos en el Ayuntamiento de Carboneras.
Mientras, los actos del centenario continuarán y San Antonio de Padua será más que aplaudido por todos los carboneros. Porque San Antonio es sagrado. Para gustos colores, el logo tiene demasiados motivos, pero si le gusta a la parroquia... no se hable más; aunque las imprentas lo tendrán díficil para tener un negativo en condiciones con tanto adorno y a dos tintas: negra y azul. Viva San Antonio de Padua, viva el patrón de Carboneras. Se echan apuestas. La alternancia y el pacto siempre es motivo de polémica.
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