sábado, 10 de febrero de 2018
Ya sabemos porque las playas de Carboneras están tan descuidadas: la fórmula mágica de Pascual
Nuestro concejal de Turismo, en el que en su corazón cuelga Carboneras te enamora, va a Fitur a vender las bondades de nuestro pueblo como un buen embajador, pero se le olvida que los deberes antes tienen que estar hechos. De nada sirve presentar un precioso vídeo si antes no atiende las playas, no luchar porque sus compañeros mantengan limpia Carboneras, no presenta ni una moción para la mejora de sus áreas, que bien se ven limitadas y estranguladas por sus compañeros de filas, y encima se tira a la yugular de sus compañeros de oposición cuando le recuerdan que el Ayuntamiento es uno de los que menos subvenciones piden.
Pascual, muy ducho en ir de la mano del alcalde y el teniente alcalde, que ni se le ocurra salirse del carril que rápidamente lo mandan a callar, como ha pasado ya en diferentes ocasiones, se queda sin argumentos cuando en privado admite que sus compañeros de bancada del GICAR no hacen nada y no saben gestionar, y él les da el apoyo firme y seguro. No coinciden sus gestos con lo que piensa, aunque nadie le va a reprochar que lleve a Carboneras en el corazón, como todos los carboneros, Pascual, pero a la hora de la verdad no estás sabiendo ponerte en tu sitio. Cobrar 1.300 euros, se te dedicas en cuerpo y alma los 365 días del año y las 24 horas del día, no es un sueldo, sino más bien un pequeño regalo por apoyar a un equipo que está llevando a Carboneras al precipicio. Y lo sabes, pero tú tendrás que gestionar tu área como Dios Manda. La Junta de Andalucía te da subvenciones, pero no les eches la culpa que buena parte tiene, de no cuidar tus playas y tus equipamientos, y tus antenas para que veamos la tv...
Pascual gestionar no es lo mismo que argumentar y hablar y pastelear.
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