El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, inauguró ayer en el Muelle de Ribera I del puerto de Carboneras (Almería) un nuevo duque de alba, que cuenta con 18 metros de calado y 51,8 metros de longitud para poder dar servicio a buques de hasta 140.000 toneladas (TPM) y 290 metros de eslora, lo que aumenta la capacidad logística de la infraestructura.
Las obras, que se han ejecutado durante 16 meses, contaron con un presupuesto de tres millones de euros, de los cuales el 80 por ciento han sido financiados con fondos comunitarios Feder, según ha indicado Fomento en una nota tras la visita a las instalaciones a la que han acudido también la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Carmen Ortiz, y el alcalde Carboneras, Salvador Hernández.
Y nuestro alcalde como es de costumbre ya en diferentes círculos políticos, decide no hacer caso de los grandes consejos que le dieron sus padres (la educación, es lo primero) y se despide al francesa. Sin decir ni adiós. Lástima que no se de cuenta que este tipo de comportamientos no sólo afean a su educación sino también daña la imagen del pueblo que representa por ahora, y que en un futuro podría representar si se vuelve a presentar como candidato a la alcaldía.
Se le vio con una cara de pocos amigos, ni tan siquiera sus socios de gobierno el Partido Popular hicieron piña a un hombre que según se acerca el momento de su marcha del Ayuntamiento por "no facilitar la labor a la oposición y no dar información" se queda solo.
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