viernes, 21 de junio de 2019

Felipe se olvida que ya no es alcalde, cae en sus contradicciones y quiere marcar líneas que ya pertenecen a la nueva corporación






Es interesante ver como Avanza Carboneras se ha puesto ya las pilas a menos de una semana de la investidura de alcalde de José Luis, para plantar cara como una oposición recordando lo que él dejó enfilado. Sin embargo, llama la atención que las fotos que enseñarán ayer de la piscina sean aún con ladrillos sin acabar, cuando hace dos meses, Felipe ya estaba imitando a uno de los medallistas de natación más laureado de todos los tiempos, Michael Fred Phelps.

Según Felipe Cayuela, le dan a la actual corporación un mes, cuando él ha tenido 8 años para abrirla. Sólo falta alicatarla dicen, cuando han dejado el Pabellón 8 años sin terminar porque lo consideraban una obra faraónica, cuando todos los carboneros lo merecemos, pero es más, se está quedando pequeño ya.

Felipe Cayuela tendrá que ir asumiendo que los nuevos tiempos lo marcan desde el Consistorio y las nuevas políticas y estrategias para un Consistorio que ha dejado patas arriba en pleno caos administrativo, sin secretario, tesoro y administrador.

Hace más de un año anunciaron las obras de remodelación y han sido incapaces de acabarlo y ahora, poco menos, que él se dedica a recordar lo que dejó en marcha. Quizás hoy Felipe tendría que pedir un poquito de perdón a las familias por haber dejado algunos temas y asumir sus palabras de ponerse al servicio para lo que lo necesiten. Poco sueño le quitó algunos de sus modales y actuaciones y ahora parece que él fue quien el impulsor de un proyecto que dilapidando por todos los lados. Así es nuestro Felipe, yo me lo guiso y yo me lo como.

Y las bolsas de oferta y las necesidades de empleo para una temporada turística ya no las tendrá que marcar él, será el nuevo Consistorio el que decida cómo, dónde y de qué manera lo tiene que hacer. Experiencia no les falta y sentido común tampoco. Lo han demostrado y habrá que dejarles hacer.

El nuevo alcalde, José Luis, tiene una gran labor por delante para que Carboneras salga de la depresión de Felipe.

El nuevo alcalde junto con su equipo seguro que ya está trabajando en los pilares y necesidades de la temporada turística que quizás también Pascual Díaz no dejó ni planificada. Y si la dejó los nuevos pueden decidir aumentar las prestaciones y será en ese momento en la que se pueda hacer balance. Es de cajón, y no de imposición.




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