Carboneras, te deseo lo mejor

 

Gran pena ver caer ayer esta chimenea de 200 metros de altura que humeaba y guiaba la localización de Carboneras por aire, por mar y tierra. Con ella, crecimos los de la generación del 70 en nuestro pueblo y alrededor de esta gigante nos echamos nuevos amigos y vecinos y la economía empezó a despegar y a convivir con las familias de la mar, del campo y del sector servicios. Y ayer se vivía como un espectáculo tras un velo de esperanza que se abre de volver a industrializar esta zona con energías mas limpias y sostenibles. Sólo por ahora es futuro, que esperamos que sea a corto plazo, para que los jóvenes y no tan jóvenes de mi querido paraíso puedan tener un trabajo al lado de su casa y de sus familias. Ya soy casi escéptica y bastante incrédula, aunque siempre apuesto por la positividad y por las segundas oportunidades, pensar que Carboneras necesita el mejor futuro económico del mundo, y se lo merece porque es un lugar idílico, con un potencial extraordinario y con una magia que sabe a salitre y que te enamora el alma con su divina dama, nuestra Isla y nuestro roalaje. Pero para eso, tiene que tener políticos, administraciones y un fuerte engranaje social, serios y con valores humanos, que apueste por Carboneras, que la quiera, que la mime lejos de espectáculos y egocentrismos no propios y contrarios de la cadena de amor por el bienestar de un pueblo.

Lleva la friolera de... No me atrevo a poner años para no herir susceptibilidades, estancado sin proyectos de crecimiento, con una dejadez y déficit de infraestructuras notable, falta de empleo y sobre todo, con una falta de empatía y rencores que raya la vergüenza y nos sacan los colores a los carboners en redes sociales y medios de comunicación locales y nacionales... Ahora, toca trazar nuevas hojas de ruta, planes estratégicos y hacer un esfuerzo para construir un nuevo pueblo con una gran colaboración pública y privada para volver a sacar pecho y ser el pueblo con orgullo que llegó a ser cuando su Mar divina enamoraba en cualquier rincón andaluz y nacional. Carboneras pertenece a todos los carboners y merece estar por lo menos a la altura del corazón tan grande como la gente que la quiere de verdad.

(Cheska Díaz)