La díficil papeleta de la concejala de personal: ¿a dedo o con transparencia? ¿Esperando que lleguen los masters al Ayuntamiento? Y PP callando: Pascual está irreconocible

Ataviada con el traje de Mora, lista para la guerra en la playa de Moros y Cristianos, nuestra concejala de Personal, Ana María Moreno, tiene una difícil papeleta con lo que está cayendo en las filas del GICAR. Jurar la Constitución no es un gesto rutinario, es algo excepcional; y llevar áreas potentes como las que tiene ahora, la pueden poner en el punto de mira. A qué bando me voy, ¿Al de Felipe Cayuela o al de mi vecino de toda la vida, Salvador Hernández? Ya también recientemente dejó claro su particular forma de ver la políticas y las áreas de gestión, si no me toca, le echo las culpas al resto.

Las nuevas políticas de personal que quieren acometer en el Ayuntamiento cuando se acerca las elecciones sorprenden a la ciudadanía de Carboneras que ven como en 7 años dieron luz verde a diferentes formas de gobernar y hoy intentan romper la cuerda de un Felipe ha admite ya que el PSOE ya pensaba como él que había que tener algunas cuestiones bajo criterios del Ayuntamiento.

Y claro lo que se olvidan es que en Comisión de Gobierno todos firman, todos levantan la mano y ahora todos quieren mirar hacia otro lado.

A nuestro concejal Pascual Díaz, poquito a poquito ha desaparecido de la escena política, y su compañero Salvador Alarcón, es un lobo viejo en estos quehaceres.