Madrugada del 12 de junio, la noche en la que los hombres se ponían más celosos de sus mujeres: San Antonio conquistaba sus corazones

Abuelos, padres, tíos, sobrinos... todos tenían celos piadosos. Celos de los buenos. Celos de los que se perdonan porque las mujeres quieran estar con su patrón, con San Antonio. Una tradición que se repetía año tras año. El día 12 de junio, después de la novena, la imagen del Patrón se trasladaba a la puerta del Castillo al abrigo de centenares de corazones. Este año será diferente pero con la misma ilusión, todas aquellas personas que quieran orar y estar un rato con San Antonio podrán hacerlo desde las 9 de la noche hasta la 1 de la madrugada, según ha anunciado el párroco de nuestro pueblo.

Son demasiadas promesas, sueños, peticiones, confianzas las que todos los carboneros confiamos a nuestro gran bendito, San Antonio de Padua.

Qué esta tradición nunca se pierda!!! Qué estas buenas obras nunca decaigan!!!  Viva San Antonio de Padua.